La campana, 1996, 2009. 350 páginas. Historia desde comienzos del siglo XX hasta 1992 del Barrio Chino de Barcelona, hoy Raval, que fue en su momento centro de vicios y que aún hoy, después de unas olimpiadas que sanearon la ciudad, de un proceso de gentrificación acelerada, y de unas intervenciones urbanísticas drásticas, todavía guarda el aroma de lo marginal. Nada que ver, por supuesto, con lo que era en el pasado y que se cuenta en estas páginas: tabernas, cafés cantantes, sitios para bailar con señoritas, prostíbulos, venta de droga, noches tumultuosas que no se acababan nunca en garitos clandestinos de todos los pelajes. El libro recoge muchos incidentes acontecidos en sus calles estrechas y tortuosas. Hay un apéndice con fotos de época que son realmente una delicia. Descubrimos que en los años 20 la cocaína corría como la pólvora, que no siquiera una postguerra miserable y ultracatólica consiguió acabar con la prostitución, que la llegada de la heroína incrementó la delincuencia hasta límites insospechados y que ya se preveía una decadencia que, como digo, no acaba de llegar. Ya no hay fuego pero alguna brasa queda. Cosas que he echado de menos en este libro: un buen mapa…
La Campana, 2002. 318 páginas. Huyendo de su pasado el protagonista recala en una isla remota para encargarse de mediciones barométricas. Su único compañero es el habitante de un faro. Pero la primera noche se dará cuenta de que la vida en la isla no va a ser como se imaginaba, cuando una jauría de monstruosos animales acuáticos irrumpen en su cabaña y consigue desembarazarse de ellos a duras penas. Para sobrevivir deberá llegar a un acuerdo con el misterioso farero. El libro fue una revelación en su momento, la prueba está en que la edición que he leído yo, que no es precisamente moderna, es la 39. La primera mitad es impecable: una situación extrema, un protagonista con una larga historia detrás, un compañero misterioso, monstruos salidos de las pesadillas de Lovecraft. Y bien, escrito, también hay que decirlo. Pero a partir de la mitad de la novela da la impresión de que el autor no sabía que rumbo tomar y decide tomar varios que no voy a explicar aquí. Y em mi oponión pierde calidad. Pero a pesar de mis peros al desenlace hay calidad en el lenguaje, personajes potentes y mucha acción. Me entretuvo hasta el final…
La Campana, 2011. 258 páginas. Inmisericorde crítica a la cooperación internacional, las ONG, los voluntarios y todo el entramado del que se nutre. Pese a que en la introdución el autor afirma conocer cooperantes cuya labor es encomiable, en el grueso del libro reparte palos a diestro y siniestro. Critica desde las motivaciones de quienes van a África a vivir una experiencia hasta las grandes organizaciones que malgastan dinero en grandes fastos mientras hay necesidades por cubrir, hasta a los destinatarios de las ayudas que pasan a un estado de dependencia del grifo internacional. Las mayores críticas van, sin embargo, a los organismos internacionales que perpetuan una situación injusta a base de créditos que se destinan a gobiernos corruptos que compran material de los países donantes, en muchas ocasiones obsoleto o innecesario. También los países que impiden con sus aranceles que los productos africanos puedan competir en otros mercados en pie de igualdad. Yo, que en su momento fui parte de alguna ONG y que conozco algo de su funcionamiento interno, puedo dar fe de que muchas cosas de las que aquí se cuentan son ciertas. otras, por lo que he podido hablar con otros cooperantes, también. Sin embargo da…
Edicions La Campana, 2003. Tit. Or. Snake Oil and other preocupations, 2001. Trad. Jesús Purroy. 284 páginas. En alguna que otra ocasión ha asomado mi vena escéptica por esta bitácora. Me sorprende el auge que experimentan todo tipo de creencias irracionales en un mundo cada vez más científico. Y me preocupa. Por eso cuando vi este libro en la sección de novedades de la biblioteca, me lo llevé de inmediato. En realidad, esto no es un libro. Es medio libro y una colección de artículos de prensa. Precedido de nada más y nada menos que cuatro prólogos. Pero antes de continuar situémonos en el contexto. John Diamond era un famoso periodista inglés, de un humor inteligente y corrosivo, escritor de columnas en The Times Magazine y The Sunday Times, además de ser presentador de programas de radio y televisión. Cuando le diagnosticaron un cancer, escribió en sus columnas acerca del progreso de su enfermedad, a la vez que reunía material para la escritura de un libro en contra de las medicinas alternativas. Murió en marzo de 2001, antes de poder acabarlo. Los seis capítulos que llegó a escribir forman el ‘medio libro’ al que me refería antes. El corte abrupto…