Destino, 2000. 238 páginas. El escritor Juan Cabo ha sufrido un accidente y ha despertado amnésico. Un párrafo escrito por él que comienza ‘Me he enamorado de una mujer desconocida’ le lanza a la búsqueda de de esa mujer. Por el camino se encontrará con un detective especialista en escritores, una modelo que trabaja como musa, un restaurante donde la gente escribe, poetas olvidados y el todo poderoso editor ciego Salmerón. Novela de intriga alrededor de la escritura con la suficiente dosis de puzzle para hacerla entretenida y con un interesante giro final. Pero quizás no está a la altura de otras obras del autor. Para pasar el rato. En un momento dado sucedió algo. Cauno dejó de responder a mis comentarios, ella dejó de escribirlos. El diálogo me exceptuó y prosiguió entre ambos. Era como si yo no existiera, como si yo no estuviera ya en la habitación. Lo único que podía hacer era inclinarme y leer. -¿Quieres matarme, vieja tonta? -dijo Braulio. -No, no quiero, Braulio -dije. -No quieres pero sí quiero, no quiero pero sí quieres: porque yo hablo cuando tú hablas y tú hablas cuando yo hablo. -Sí, Braulio -dije. -¿A qué disimular, vieja estúpida? ¡Estos…
Círculo de lectores, 2003. 440 páginas. Musas destructivas Este libro lo compré para regalar y por el autor, que de momento no me había decepcionado. Pero alguna vez tenía que ser la primera. El protagonista sufre unos extraños sueños sobre un asesinato que luego resulta ser real. Detrás de todo eso se esconden trece damas, las musas, que han inspirado a los escritores pero cuyas intenciones distan de ser benévolas. El libro más flojo que he leído del autor. Como thriller no está mal, y la idea de que en los versos de los poemas se escondan hechizos con capacidad de destruir el mundo es original, pero la resolución no está a la altura. El caso es que no me llegué a creer el trasfondo del todo. Calificación: Pasable. Un día, un libro (135/365) Extracto: Llovía pertinazmente. Sin embargo, Rulfo podía ver un remoto brillo de estrellas desde la amplia ventana del dormitorio, incluso a través de los orificios del agua. Beatriz le había dicho algo acerca de la coincidencia de la lluvia y las estrellas que ahora él no lograba recordar. ¿Traía buena suerte o mala? Lo que sí recordaba muy bien era el beso que había depositado en…
Planeta, 2002. 540 páginas. Arte Este libro me sorprendió de muchas maneras, todas agradables. Después de un primer contacto con el autor (La caverna de las ideas) decidí seguirle la pista, y he hecho bien. El mundo en el que transcurre la historia es casi como el nuestro, con una particularidad. Hay una tendencia dominante en el arte que consiste en pintar sobre (o con) lienzos humanos. A esto se le llama pintura hiperdramática y el mayor genio mundial es Bruno van Tysch. Un cuadro ha sido asesinado y mientras se intenta encontrar al criminal la joven Clara será escogida para formar parte de la última exposición de van Tysch. En primer lugar la historia es un thriller construido con maestría, que te mantiene pegado a las páginas y que tiene un ritmo envidiable. Podría pensarse entonces que estamos ante literatura de consumo. Pero de vez en cuando el autor se descuelga con algunas frases que seguramente firmarían plumas más ilustres. Por otro lado la reflexión del mundo del arte donde los seres humanos son tratados como si fueran objetos y además están orgullosos de serlo es en mi opinión una crítica afilada y en ocasiones perturbadora al modo de…
Suma de letras, 2002. 412 páginas. Investigador clásico Por algún comentario tenía a José Carlos Somoza por escritor de bestsellers, pero una buena crítica de César Mallorquí me ha animado a leerlo. Como siempre, en el mercado de San Antonio estaba este libro a buen precio. Heracles Póntor es un descifrador de enigmas, encargado de adivinar el sentido de los oráculos. Pero también es un trasunto de Hércules Poirot, y encarna a un peculiar detective en la grecia clásica. Cuando se descubre un cuerpo mutilado observa algo raro en el cadáver y pagado por Diágoras de Medonte se encargará de resolver el crimen. La primera virtud: engancha. Empiezas a leerlo y ya no puedes parar. Segunda: hallazgos interesantes, como la eidesis. Un procedimiento literario inventado por el autor consistente en descripciones que aparecen en el texto pero que los personajes no perciben, al igual que no perciben la puntuación o los párrafos del texto. Tercera: la búsqueda de la clave, con solución final. No la pondré aquí, por supuesto, pero tiene que ver con la ciencia ficción. De paso aprovecha para poner en boca de sus personajes reflexiones muy atinadas. En el libro se establece un diálogo entre los personajes…