Anagrama, 2010. 292 páginas. Tit. Or. The inifinities. Trad. Benito Gómez Ibáñez. La acción abarca una sola jornada y gira en torno a Adam, un matemático genial que yace en coma esperando la muerte. A su alrededor danzan el dolor de su esposa Ursula, la desquiciada sensibilidad de su hija Petra, la belleza de su nuera, varios amigos y sirvientes, la lealtad de su perro Rex y dioses como Hermes, Zeus o Pan. Como ven, asistimos a una especie de Arriba y Abajo metafísico en el que tiene una especial importancia el hijo de Adam, que se llama igual y “tiene un secreto, que no revelará a nadie, ni siquiera a su mujer, por miedo al ridículo. Cree firmemente en la posibilidad del bien”. Una novela excelentemente escrita en la que se mezclan sin rozaduras asuntos humanos y dioses griegos porque la existencia y la muerte nos atenaza a todos por igual. Lenguaje depuradísimo, tanto que cuando he leído un libro con el pseudónimo que utiliza para escribir novela negra me quedé sorprendido de la diferencia enorme de calidad. Aquí una excelente reseña de donde he copiado el extracto: Los infinitos y otra más: Los infinitos. Muy recomendable. El padre…
Alfaguara, 2007. 388 páginas. Tit. or. Christine Falls. Trad. Miguel Martínez-Lage Después de leer Los infinitos de John Banville decidí leer alguna de sus novelas negras escritas con pseudónimo. En la portada ya nos avisan de que Benjamin Black es Banville, aunque en Anagrama no he visto el aviso contrario. Ya se ve en qué dirección va el prestigio. Quirke es un patólogo viudo aficionado a la bebida que ve lo que no debería ver: un cadáver cuya muerte parece ser una embolia pulmonar. Convertido en detective sin quererlo averiguar la verdadera causa de la muerte ce Christine Falls le llevará a descubrir un complot en el que están implicados miembros de su familia. Se lo hago corto: no me ha gustado. Hay algún momento bueno, y no está mal escrito. Pero la portada miente: Black no es Banville, ni de lejos. La trama se me hizo aburrida y previsible, a mitad del libro ya te imaginas por donde irán los tiros y al llegar al final los secretos terribles ni son secretos ni son terribles. Se me hizo larguísimo. No sé si sus otras novelas negras son mejores pero no voy a probar, que la vida es corta. Aquí:…