Siruela, 2011. 210 páginas. Me ha sorprendido agradablemente este libro. Una historia sobre un ángel apasionado que visita de vez en cuando a la humanidad. Tres protagonistas, desde el primer beso a una pitonisa nacida en el fuego, un escultor romano o un joven discípulo de Leonardo . Todas contadas por una bailarina francesa, supuestamente loca. Un lenguaje poético diferente que, si bien al final llegó a empacharme un poco, en general deslumbrante. La mejor historia, la primera. Algunos no acertaban a creerse aquel prodigio, y en lugar de huir introducían los pies en las vasijas de agua lustral y miraban asombrados mi cuerpo enrojecido y mi boca, que vomitaba un fuego sutilísimo de color azulado. De pronto me sentí sola. El dolor del fuego presente me transportó al dolor del fuego pasado. Entre convulsiones, vi la cara de la mujer que me había parido y me convertí de nuevo en una niña en llamas. Sentí que todo ardía por dentro y por fuera y escapé aterrada de todo cuanto veía dentro y fuera de mí. Mis cabellos comenzaron a arder y mi cuerpo parecía una antorcha con piernas. Ya fuera del santuario, corrí como una bacante arrebatada por el…