Acantilado, 2013. 294 páginas. Tit. or. Mr. Fox. Trad. María Belmonte Barrenechea. El señor Fox es un escritor de éxito, la relación con su mujer Daphne no está en sus mejor momento, y tiene una amante-musa imaginaria que le salvó la vida y que ahora parece empeñada en volver su mundo del revés internándolo en un juego de metaficción con aroma de cuentos de hadas. Lo primero decir que es difícil darle nombre a este artefacto literario. Lo llamaríamos novela, pero son una serie de cuentos entrelazados, que respiran al unísono, y que se articulan a través de un juego de referencias interno que les da una dimensión especial. Ojo, no se trata de un juego postmoderno intrincado con ganas de epatar, sino todo lo contrario. Porque al principio lo leí pensando en que sería uno de estos libros de literatura amable con los que nos deleita Acantilado de vez en cuando. Pero esa sensación apenas dura unas páginas. Enseguida vemos que la cosa va mucho más allá, y es más oscura. El señor Fox, cual Barbazul literario, mata a todas las protagonistas de sus novelas. Y Mary Foxe, su musa, lo entrega a un viaje en el que se…