Gigamesh, 2016. 340 páginas. Tit. or. Earth abides. Trad. Lluís Delgado. Una plaga ha acabado con casi toda la humanidad (estas cosas después del covid se leen de otra manera) pero los seres humanos que quedan intentan seguir adelante con una civilización de la edad de piedra que, pese a todo, avanza. Escrita en 1949 es la abuela de todas las distopías post-apocalípticas que han venido después y hay que reconocer que ha envejecido bastante bien. Puede pecar un poco de ingenua y de ser un reflejo de la mentalidad de la época, pero la idea de cómo se podría buscar la vida una humanidad reducida a prácticamente la nada, y como se criarían los hijos de los supervivientes creo que está muy conseguida. Eso sí, después se han escrito -en mi humilde opinión- cosas mejores. Pero a veces está bien dejarse llevar por el sabor de lo añejo. Otra reseña: La tierra permanece Bueno. ¿Qué crisis? Volvió rápidamente al coche y recogió el martillo. Un instante después lo alzaba ante la puerta. Pero se detuvo, como si la civilización misma se hubiese movilizado reteniéndole el brazo y diciéndole: no puedes hacerlo. Un ciudadano honesto no fuerza una puerta. Miró…