Editorial Anagrama, 1998. 312 páginas. ¡Todo el mundo a leer! Seguro que ustedes, amables lectores, se preguntarán ¿Pero es que este tío no lee nunca ensayos? Pues sí, sí que los leo, lo que pasa es que da la casualidad de que no tengo ninguno en mi lista por leer. Así que, para meter un poco de variedad a la bitácora, decidí acercarme a una biblioteca y chafardear un poco a ver que caía. Por desgracia, las bibliotecas en Barcelona dan un poco de pena, porque son librerías pequeñas, de barrio, y no se suele encontrar mucha cosa. Cuando era un recién llegado a Barcelona venía con la ilusión de que si en una ciudad pequeña había una biblioteca pequeña, en una ciudad granda habría una biblioteca grande. Pues no. En una ciudad grande hay muchas bibliotecas pequeñas. También hay alguna grande pero en esas no te puedes llevar el libro a casa, con lo que no cuentan. Total, que poca cosa había, pero, fijate por donde, me encontré con este libro que viene que ni pintado para esta bitácora. A Félix de Azúa lo descubrí, precisamente, en una pequeña biblioteca de barrio de Barcelona (o sea que tan malas…