Spaceman Books, 2014. 168 páginas. El autor viaja a Chernobil junto con un grupo de artistas con el fin de crear un libro y algunas piezas que publicaran en Francia. Además de denunciar la energía nuclear, con el dinero que recauden ayudarán a una asociación benéfica para niños con cáncer. El cómic ilustra ese recorrido, ese making of desde que decide sumarse a la expedición hasta sus impresiones del viaje, pasando por un dolor en la mano que le impidió dibujar hasta que no comenzó la aventura. La sorpresa que quiere transmitirnos es que imaginaba una zona catastrófica, imagen de distopías postnucleares y lo que encuentra es una naturaleza salvaje, llena de vida. Unos habitantes que siguen por la zona con esperanza y sin miedo, a pesar de que a causa de la radioactividad sus vidas están condenadas a ser cortas. Una visión muy diferente de lo que nos podríamos imaginar. Una reseña excelente con material gráfico: Una primavera en Chernóbil Recomendable.