Paidos, 2003. 298 páginas. Tit. Or. Archimede’s bathbub. Trad. Guillermo Solana. La primera sospecha me tendría que haber venido de la situación del libro, en la sección de autoayuda. Pero seguí creyendo que era un libro de divulgación científica. Pero no. El autor nos intenta convencer de que será capaz de hacer crecer nuestra creatividad e ingenio. Si ya creo imposible transmitir determinados saberes (como escribir, pintar, actuar) mucho menos considero que la creatividad puede enseñarse. Practicarse y entrenarse, es posible. Aprenderla de un libro, ni por casualidad. La técnica, además, no es nada más que cuatro puntos no demasiado novedosos que el autor resume con la analogía del Klondike y que reproduzco en lo extractos. Y poco más. El propio libro es la prueba del mal funcionamiento de sus técnicas. En un momento dado propone una serie de acertijos cuya solución hay que encontrar con ingénio. Uno de ellos es el siguiente (intenten adivinar la respuesta antes de seguir leyendo): Alguien va a un anticuario para venderle una moneda fechada el año 100 antes de Cristo, pero el anticuario detecta enseguida que es falsa y llama a la policía ¿Por qué? La respuesta es que antes de Cristo nadie…