Grupo AJEC, 2009. 174 páginas. Que no apareciera el nombre del autor en la portada me hizo imaginar que se trataba de una antología de relatos de varios autores a imitación de otros. Pero no, el autor es Daniel Miñano, del que aparte de este libro tengo poca noticia. El libro es un conjunto de relatos unidos con una serie de apuntes supuestamente biográficos que nos van llevando de uno a otro. Historias que se mueven entre el terror y lo fantástico, como la historia de dos hermanas unidas por el pelo, o censores que en vez de mutilar los libros, los transforman. Las excusas para juntar cuentos dispersos suelen ser flojas y forzadas. En este caso no es así, y es lo que más me ha gustado del libro. Ese juego entre ficción y realidad del autor está muy bien conseguido. Los relatos, algunos mejores que otros, pero en general gustarán a los amantes del género. Tiene momentos muy originales pese a estar bajo la influencia (véase el fragmento que pongo al final donde alguien es capaz de hablar acentuando incorrectamente). Pero la mayor influencia de todas es la de Borges, algo que, si se tiene gracia suficiente, es…