Alianza editorial, 1995. 108 páginas. Poemario de 1965, el tercer libro de Claudio Rodríguez, poeta de la generación del 50 que personalmente no es uno de mis preferidos de la misma, pero que siempre está bien volver a leer. Poemas que van de lo cotidiano a lo universal, en los que no encontramos nada de la poesía social que tuvieron otros poetas del movimiento y sí el lenguaje lírico e intimista al que iría derivando la generación entera. Yo, que soy de pueblo, creo reconocer en ciertos textos -como en los poemas de este libro- ese gusto por ciertos paisajes tranquilos, por una atención especial a sentimientos pequeños, nada grandilocuentes, en los que sin embargo se esconde, en ocasiones, toda la literatura. Bueno. Amanecida Dentro de poco saldrá el sol. El viento, aún con su fresca suavidad nocturna, lava y aclara el sueño y da viveza, incertidumbre a los sentidos. Nubes de pardo ceniciento, azul turquesa, por un momento traen quietud, levantan la vida y engrandecen su pequeña luz. Luz que pide, tenue y tierna, pero venturosa, porque ama. Casi a medio camino entre la noche y la mañana, cuando todo me acoge, cuando hasta mi corazón me es muy…