Institut del teatre, 1993. Biblioteca teatral. 95 páginas. Tit. Or. L’innamorati. Trad. Jaume Melendres. 10 personajes. 6 hombres y 4 mujeres. Riñas de pareja Tal como dije cuando reseñé La hostalera tenía pendiente de leer esta otra obra de Carlo Goldoni. En esta ocasión la obra trata de una pareja de enamorados en contínua trifulca. El motivo, los omnipresentes celos de la enamorada, que parece ver rivales hasta debajo de las piedras. Un pintoresco tío que trae de cabeza a todo el mundo completará el trío cómico. La obra todavía debe parte de su estructura al teatro de máscaras, pero el argumento ya es una típica comedia burguesa. La comicidad descansa en las salidas de tono del tío, que alaba exageradamente a quien se pone a tiro, y en las descabelladas pretensiones de Eugenia ante su enamorado -poseedor, en la obra, de más paciencia que un santo-. Sorprende el final feliz en una pareja tan conflictiva, pero estamos en el teatro y todo es posible. Una divertida comedia, quizá inferior a la hostalera, pero que ha envejecido con dignidad. (Un día, un libro 326/365) Escuchando: Boroto. Putumayo African Groove.

Institut del teatre, 1996. Biblioteca teatral. 131 páginas. Tit. Or. La locandiera. Trad. Nuria Furió y Sergi Belbel. 8 personajes. 5 hombres y 3 mujeres. Mujer de armas tomar Nada conocía de Carlo Goldoni, pero mucho debía gustar a los seleccionadores de esta colección para incluir dos de sus obras, la que ahora comentamos y Los enamorados que aparecerá comentada en breve. La edición y traducción de este volumen ha estado particularmente cuidada, y se hizo para su representación en 1995 en el teatro Grec de Barcelona. El cavallero de Ripafratta es un misógino incurable. Para él las mujeres son peor que el demonio, y alardea de que nunca caerá en las redes de ninguna. Pero Mirandolina, una hostalera con mucho carácter y talento, decidirá darle un buen escarmiento. ¿Logrará enamorar al áspero caballero? No podía empezar con mejor pie con este dramaturgo. Una comedia divertida e inteligente por la que parece no haber pasado el tiempo. Como dice Sergi Belbel en el postfacio: Goldoni retrata admirablemente a unos personajes a cavallo entre dos mundos, el antiguo y el moderno, el decadente y el emergente, con todas sus miserias y también todas sus frustaciones y contradicciones.. No estoy tan de…