Tusquets, 2014. 332 páginas. Tir. Or. The fractalist. Trad. Araceli Maira Benítez. EL conjunto de Mandelbrot es, posiblemente, el objeto más bello de las matemáticas. Bello por la simplicidad de sus ecuaciones, por sus costas sin fin y por su belleza estética. Su descubrimiento le correspondió a una de las mentes más originales del siglo XX, un matemático de talento que anduvo en tierra de nadie porque tuvo que construirse su propio paisaje. Este libro son sus memorias, desde su dura infancia, sufriendo los rigores de la segunda guerra mundial y el miedo a que su familia fuera apresada por los nazos, hasta que encontró su sitio en IBM, pasando por sus excelentes calificaciones académicas y sus variopintos intereses. El estilo a veces es atropellado, sobre todo en las partes finales (posiblemente porque murió antes de poder hacer una revisión), pero es una lectura fascinante. No puedo por menos que compararla con las memorias de Dawkins, y aunque de ego van los dos igual de sobrados, las historias de Mandelbrot tienen mucho más interés. Imprescindible para los amantes de los fractales. La primera vez que se vio el conjunto: era Nathaniel Rochester (1919-2001), ingeniero de carrera de IBM que había…
A pesar del tiempo transcurrido no quería dejarlo pasar. El 14 de octubre falleció Benôit Mandelbrot, que investigó el conjunto que lleva su nombre: Conjunto de Mandelbrot. Yo era un joven que acababa de descubrir las matemáticas del caos, y estaba fascinado. La revolución prometida nunca llegó, pero dejó nuevas maneras de ver el mundo y paisajes infinitos para explorar. ¿Cuántas horas habré pasado buceando por el conjunto de Mandelbrot? Hipnótico como el fuego y bello como sólo las matemáticas pueden ser, su autosemejanza siempre te sorprende. Esas copias sin fin parecidas pero no iguales no importa la ampliación que examinemos. En la reseña de Fractales y Finanzas ya comenté que es posible que se sintiera merecedr de un Nobel de economía. Ya no podrá ser. Algunos enlaces: Benoît Mandelbrot (1924-2010): Fractales y el arte de hacer matemáticas visualmente bellas Benoit Mandelbrot y la fractalidad del mundo Fallece Mandelbrot, el padre de los fractales
Editorial Tusquets, 2006. 321 páginas. Tit. Or. The (mis) Behavoir of Markets. A fractal view of Risk, Ruin and Reward. Trad. Ambrosio García Leal. Caos en la bolsa Es innegable el tirón popular de la Teoría del caos. La idea de que el comportamiento aleatorio pudiera tener una precisa formulación matemática y que sistemas deterministas podían ser extremamente susceptibles a las condiciones iniciales cambió nuestra forma de mirar al mundo. Ligados a esta teoría están los fractales, objetos matemáticos autosemejantes que presentan hermosas configuraciones gráficas. Aunque el primer ejemplo de fractal se remonta a 1904 con el copo de nieve de Koch el nombre se lo adjudicó Mandelbrot en 1975. Desde entonces las aplicaciones de los fractales han ido en aumento, desde la creación de paisajes fotorealistas al análisis de los sistemas dinámicos. Pero ¿Tienen aplicación en el estudio de los mercados financieros? El objetivo de este libro es demostrar que los sistemas de análisis actuales no sirven, y que la única manera de entender el funcionamiento del mercado es utilizando la teoría del caos y los fractales. En la primera parte, la vía antigua, se dedica a examinar los principales indicadores financieros y a demostrar por qué no funcionan….