Insólita, 2018. 508 páginas. Tit or. The long way to a small, angry planet. Trad. Alexander Páez. La tuneladora Peregrina tiene una tripulación peculiar pero bien avenida. A ella se une Rosemary Harper huyendo de su pasado. Justo en el momento en el que aceptan un encargo inusual y potencialmente peligroso, crear un túnel cerca del núcleo galáctico en los dominios de una civilización bastante conflictiva. Para ser la obra medio autopublicada de una autora desconocida está bastante mejor que muchas otras que he leído por ahí. Quizás abuse un tanto de escenas de buen rollo para tocar la fibra sensible y la construcción del mundo tenga algunas goteras, pero en conjunto todo es bastante solvente, tiene un ritmo trepidante y es muy entretenida. No cambiará la historia de la ciencia ficción pero he disfrutado con su lectura. Bueno. Vivir en el espacio era de todo menos silencioso. Era algo que nunca se esperaban los que venían de un planeta. Cualquiera que se hubiera criado en una superficie planetaria necesitaba algún tiempo para acostumbrarse a los clics y a los zumbidos de una nave, el omnipresente ruido de fondo asociado a vivir dentro de un pedazo de maquinaria. Pero para…