Tusquets, 2002. 102 páginas. Tit. or. La place. Trad. Nahir Gutiérrez. La muerte de su padre y la necesidad de escribir el suceso alejándose de estilos literarios empujan a la autora a realizar un ejercicio de memoria y a escribir de una manera sincera y sobria -pero misteriosamente lírica- la historia de sus padres y los desencuentros de una hija con estudios frente a unos padres trabajadores pero sencillos. Leo el libro impulsado por el Nobel, aunque a la autora me la habían recomendado en varias ocasiones. Me ha recordado a Modiano, premio Nobel también y también francés y reconozco que me gusta más este último, aunque con un solo libro no puedo juzgar toda la obra de la autora. Retrato de una vida dura, sin concesiones, trabajo y más trabajo en condiciones difíciles para sacar una familia adelante y luego una hija que escapa del campo y roza otro mundo, más cultural, más burgués, pero que no se avergüenza de sus raíces aunque se instale en ese otro ámbito que ya es el suyo. El tema del hijo de familia humilde que escapa, de una manera o de otra, a la suerte de los padres porque en su caso…