Cátedra, 2000. 390 páginas. Extenso monólogo interior que cubre -con miradas al pasado- los últimos años de Juanita Narboni, mujer que por prudencia o por miedo o por no parecerse a su hermana lleva una vida recatada para acabar sus días sola. Novela de una calidad indiscutible pero poco conocida, de un autor Ángel Vázquez del que parece que nadie se acuerda, a pesar de que su vida da para una novela. Murió, como dice la wikipedia El día antes de morir quemó dos novelas que había sido incapaz de terminar. Esa misma noche falleció de una crisis cardíaca, solo y alcoholizado en una pensión de Madrid, en Atocha 98, que Vázquez conocía como «la mansión de Drácula». Retrato de un Tánger que ya había desaparecido a través de los ojos de alguien que ha llevado una vida perra donde las alegrías han sido pocas, aunque tampoco puede decirse que haya sido mala. Entre líneas se puede leer algo de crítica social a través del trato con su criada Hamruch, a la que trata con una condescendencia de la que ella no es consciente, pero el lector sí. Novela para paladearla poco a poco, porque el torrente verbal que no…
Pre-Textos, 2008. 270 páginas. Incluye los siguientes cuentos: Pájaro multicolor La hora del té Bárbara y los cisnes El cuarto de los niños Oliva Reuma El hombre que estuvo enamorado de Bette Davis Un pequeño esfuerzo Las viejas películas traen mala pata los inocentes del invernadero Un sombrero alegre Que retratan un ambiente hermoso y decadente, de pasiones subterráneas. Mis preferidos El cuarto de los niños que, pese a tener un final demasiado resolutivo, tiene un desarrollo contenido y perfecto. El más emotivo, y el que más me ha gustado, Las viejas películas traen mala pata, muy autobiográfico. Ángel Vázquez no es un autor muy conocido, y no es por culpa de su calidad, excelente. La edición también lo es, con dos prólogos, un apéndice, unas notas del autor y un albúm de fotos que incluyen manuscritos. Una información adicional que acompaña a la perfección el libro. Muy bueno. Apenas hay reseñas, aquí una estupenda: El Cuarto de Los Niños y otros cuentos. Viaje al interior de Ángel Vázquez El cabello, como siempre, recogido en una cinta, esta vez de seda rosa. Miró a Teresa sin pestañear, que le ofreció un taburete. -¡Siéntate! -Ésta le ofreció un taburete. -¿Cómo es…