Nicanor Parra. Poemas y antipoemas.

septiembre 5, 2023

Nicanor Parra, Poemas y antipoemas
Cátedra, 1988, 2007. 120 páginas.

Excelente edición de este libro capital en la historia de la poesía, que conocía hasta un gañán como yo pero que todavía no había leído. Sus virtudes fueron un lenguaje exento de barroquismos, temas más cotidianos y, en general, construir los antipoemas, a la contra del estilo poético preponderante. Esto abrió las puertas a nuevas generaciones de poetas que exploraron vías menos pretenciosas.

Claro que 80 años después de su publicación no me ha resultado nada novedoso, pero los poemas siguen teniendo fuerza. El libro tiene tres partes, siendo la última, la de los propios antipoemas, la que más me ha gustado y de la que dejo muestra.

La edición, cuidadísima, no solo nos pone en contexto sino que nos revela claves importantes e incluso incluye versos a expresa petición del autor.

Muy bueno.


Epitafio

De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa,
Hijo mayor de profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca de ídolo azteca
-Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida-
Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!

https://www.nicanorparra.uchile.cl/antologia/poemasyantipoemas/viciosdelmundo.html

LOS VICIOS DEL MUNDO MODERNO

Los delincuentes modernos
Están autorizados para concurrir diariamente
a parques y jardines.
Provistos de poderosos anteojos y de relojes de bolsillo
Entran a saco en los kioskos favorecidos por la muerte
E instalan sus laboratorios entre los rosales en flor.
Desde allí controlan a fotógrafos y mendigos que deambulan por los alrededores
Procurando levantar un pequeño templo a la miseria
Y si se presenta la oportunidad llegan a poseer a un lustrabotas melancólico.
La policía atemorizada huye de estos monstruos
En dirección del centro de la ciudad
En donde estallan los grandes incendios de fines de año
Y un valiente encapuchado pone manos arriba a dos madres de la caridad.

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