Ediciones B, 2004. Trad. Pedro Jorge Romero
Tit. original, Cryptonomicon, 1999. 491 páginas.
Enganchado a la red
Bueno, comienzo con los libros de regalo de San Jordi(de hace un año), y ya tenía ganas de echarle el diente a la segunda parte del Criptonomicón. Compré la primera en Enero, y pensaba que para la edición de bolsillo alargarían el sacar los libros tanto como con la edición normal, lo que afortunadamente no ha sido así, y ya tengo los dos. Así que escribiré esto a toda prisa para seguir con la tercera parte.
En un principio, desconfiaba de este libro. De vez en cuando se producen estos cataclismos bestsellerianos que anuncian obras maestras que luego resultan ser un bluff. Además, y a riesgo de caer en las iras de todos los buenos aficionados/amantes de la ciencia ficción, considero que dos de los más grandes mitos de la misma no valen un pimiento. La serie de ‘Dune’ me parece infumable a partir del segundo volumen, y el señor de los anillos un tostón sin gracia. Cuanto mejor para el mundo que Herbert se hubiera quedado en el primer libro de Dune, y que Tolkien sólo hubiera escrito, por ejemplo, el Hobbit. Pero no quiero seguir atrayéndome las iras los fans incondicionales de estas obras. Sólo quería explicar las razones de mi desconfianza ante ciertos ‘fenómenos’.
Pero claro, luego uno recuerda que otras series, como de Neuromante en adelante (toma pareado) , me han fascinado ( aunque también he de reconocer que el mejor libro es el primero); y como las críticas que he visto por Internet no eran malas, y como la profesión le tira a uno, decidí aventurarme y leerlo. Además, me leí el libro (en formato electrónico) ‘en el principio fue la línea de comandos’, y me encantó el final, que voy a reproducir:
¿Qué diría el ingeniero, una vez hubieras explicado tu problema y enumerado todas las insatisfacciones de tu vida? Probablemente te diría que la vida es una cosa muy difícil y complicada; que ninguna interfaz puede cambiar eso; que cualquiera que crea lo contrario es un imbécil; y que si no te gusta que escojan por ti, deberías empezar a elegir por ti mismo.
El libro nos va contando de forma paralela la historia de varias personas en dos momentos temporales. En la segunda guerra mundial nos encontramos con las aventuras (o más bien desventuras) del marine Bobby Shaftoe desde las luchas en el pacífico oriental hasta la fría Finlandia, por un lado, y por el otro la contribución al esfuerzo bélico del matemático Lawrence Pritchard Waterhouse, un especialista en rotura de códigos, teoría de números y órganos musicales. En plena actualidad, el nieto de Waterhouse, Randy, programador, se dedica a construir junto al resto de miembros de la empresa de tecnología emergente Epiphyte el refugio de datos más seguro del mundo: La cripta. Toda una red entretejida de historias que consiguen engancharte desde el primer momento.
En la cubierta nos anuncian que estamos frente al Hemingway de los hackers y, siendo sinceros, el libro está bien escrito. Pero ‘de lo que decíamos ayer’ sobre el estilo, pues Hemingway si que lo tenía, aunque fuese un estilo seco y hosco, y Stephenson escribe con oficio, pero no creo que le den el Nobel. Personalmente, al no comulgar con el credo de Benet, me importa un pimiento. Los personajes son buenos, las historias muy interesantes (al contrario del prologuista, me quedo con la del órgano) y estoy deseando ver como acaba todo esto. Así que, tercera parte, ¡Allá voy!
(Un día, un libro 24/365)
3 comentarios
Y esto de empezar por el segundo? 🙂
Porque al principio está toda la paja; me gusta ir directamente al grano…
🙂 🙂
El caso es que me leí el primer tomo antes de emepzar con la bitácora; y me regalaron los otros dos cuando ya había empezado con ella. La primera parte se quedó sin reseña.
Buena excusa, aunque para mí el más flojo es el último…