Luis García Montero. Un invierno propio.

febrero 1, 2018

Luis García MOntero, Un invierno propio
Visor, 2011. 180 páginas.

El autor es muy querido por muchos lectores, quizás porque practica una poesía poco artificiosa, fácil de entender, con algunos versos luminosos de esos que uno se puede llevar en la mochila para sacarlos cuando empieza a llover.

Personalmente los poemas enteros no han acabado de convencerme -lo que no quiere decir nada, puesto que soy un negado para la poesía. Pero hay multitud de fragmentos que me han llegado a conmover. Dejo como muestra los títulos de todos los poemas, que funcionan muy bien por si solas.

Recomendable.

Los idiomas persiguen el desorden que soy.
El idioma, más o menos, es la patria del poeta
Hay aviones que despegan desde ningún lugar y que aterrizan en ninguna parte.
Los secretos saben la verdad, toda la verdad, pero algo más que la verdad.
La poesía sólo existe como una forma de orgullo.
La verdad no es un punto de partida.
Hay hombres que parecen un paisaje.
La memoria se rompe como un mástil.
Dar vueltas en la cama es perderse en el mundo.
La tristeza del mar cabe en un vaso de agua.
Un bar no es una patria, pero su nombre se escribe con la tinta de los mapas.
La tolerancia no sirve para comprender el beso del extranjero.
El porvenir es una negociación con el pasado.
En cualquier invierno se esconde un calor hechos nuestra medida.
Los viejos cascarrabias son tan peligrosos como los jóvenes Sin historia.
Ames (le embarcarse en una ilusión compartida conviene aprender a quedarse solo.
Un golpe de azar nunca abolirá mis dudas.
Aquella canción buscaba la distancia más corta entre dos corazones.
El desorden funda la intimidad como los ríos suelen fundar ciudades.
La lentitud tiene alas igual que el pensamiento y que las obsesiones.
Lo que ocurre en las nubes, ocurre también en nuestra casa.
La realidad supone un buen negocio para la imaginación.
Un método es menos leal con la vida que un error afortunado.
Para saber de mí hago noche en la casa de un amigo.
El amor es un género literario (que le da sentido a la vida y a la literatura).
Los recuerdos ayudan a olvidar.
No conocí el amor para ponerlo en verso.
La cólera del tiempo se aplaca con las manos.
Es bueno convivir con nuestros sueños, pero en habitaciones separadas.
La conciencia no es un hotel de lujo, sino una pensión barata junto a una frontera.
En cada lealtad hay un rumor de transparencia.
El dogmatismo es la prisa de las ideas.
Vivir es ir doblando las banderas.
Las revoluciones son un asunto propio.
Planteamiento, desnudo y desenlace.
La dignidad es la huella de la conciencia.
Tal vez nos vamos de nosotros mismos, pero queda casi siempre una puerta mal cerrada…


La luna me interroga, ¿quién soy yo?, perdonen mi insistencia, y no sé contestarle.
Nadie puede bañarse en lágrimas dos veces en el mismo aeropuerto, porque siempre hay aviones que despegan desde ningún lugar
y que aterrizan en ninguna parte.
con espuma de agosto en el espejo,
agradezco a la vida
la ocasión que me ha dado de mirarte.
Estás en mí como un paisaje mío. Me acompañan tus olas y tus barcos.
No te voy a pedir el corazón que llevas escondido debajo de tu ropa de invierno. Solamente esperaba, como leña reunida, para arder en el fuego que calienta tus manos. Quiero entender tu noche, tu sed, tus libramientos, tu vivir en las sílabas que componen tu nombre, tu quedarte dormida, tu me voy a la cama, tu silencio acostado, mi silencio acostado, las cosas que me pasan cuando sueñas conmigo.

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