Viñetas que mezclan el surrealismo de humor negro de autores como Topor con la elegancia visual y la sofisticación de las ilustraciones del New Yorker. Con capítulos que se titulan Necesitas amor pero no el mío, Sé libre con el debido permiso o Haz amigos aunque se resistan. Algunas de las viñetas están acompañadas de pequeños microrrelatos de una calidad que para sí la quisieran muchos de los practicantes del género.
Te hacen reír mientras te sientes mal por hacerlo, te ves reflejado en tus miserias y te autocompadeces, pero te acabas dando una palmada en la espalda y buscando la siguiente viñeta para seguir con el placer de herirte con los dibujos.
Muy buena.
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