Como todo el mundo sabe, el lunes pasado se celebró la festividad de San Jordi y, como es tradición, todos nos lanzamos a las calles a comprar libros y rosas. Dicen las editoriales que el 23 de abril realizan el 20% de las ventas de todo el año, aunque muchos amantes de los libros critican la banalización de la fiesta. Pero no quiero hablarles de estos temas, sino de otro que ha salido más de una vez en esta bitácora: los libros de saldo.
Los que compramos libros todo el año no necesitamos un día especial para hacerlo, aunque hace ilusión salir a la calle y encontrársela llena de puestos de libros y gente husmeando. Sí, es verdad, en todos los puestos están los mismos libros y comprar un libro no implica leerlo. Pero hace bonito. Eso sí; yo mis compras las hice el día anterior, en el Mercado de San Antonio.
¿Por qué voy a pagar 20 euros por un libro cuando puedo encontrarlo por mucho menos? Permítanme que les muestre mis adquisiciones:
Mucha gente cree que en las librerías de lance sólo se encuentran clásicos o libros de mala muerte; nunca novedades o cosas interesantes. Bien, como pueden ver en la siguiente lista, esto no siempre es así:
Esther Dyson. Relase 2.0
Douglas Coupland. Planeta Champú.
Magda Bandera. 33 tristes traumas.
Gonzalo Torrente Ballester. Cuadernos de la Romana.
Lovecraft y Derleth. La habitación cerrada y otros cuentos de terror.
Ronaldo Menéndez. De modo que esto es la muerte.
Varios. Crack. Instrucciones de uso.
R. Louis Stevenson. Cuentos.
Manuel Mújica Laínez. Bomarzo.
Faulkner. El árbol de los deseos.
P.G. Wodehouse. 18 agujeros.
A. Buero Vallejo. Un soñador para un pueblo.
Stefano Benni. ¡Tierra!
Bret Easton Ellis. Lunar Park.
Ignacio Vidal-Folch. No se lo digas a nadie.
En total, quince libros por el módico precio de… veinte euros. Y eso que el de Vidal-Folch me costó tres euros. Comprenderán que me guste esperar un poco y buscar en este tipo de puestos; creo que merece la pena.
No me resisto a enseñarles lo que me regalaron:
Da gusto sentirse tan mimado. Gracias, amorcito. 🙂
8 comentarios
Yo me cuento entre los lectores-bibliófilos que disfrutan leyendo, pero también componiendo una biblioteca a partir de «saldos» adquiridos en librerías de lance, puestos callejeros de segunda mano, montones esparcidos por el suelo en el rastro dominical y, especialmente, en las Ferias del libro antiguo y de ocasión, como la que se celebró el pasado mes de marzo en Valencia. Soy un usuario asiduo y fiel de estas ferias, verdaderos acontecimeintos culturales y bibliófilos en cualquier ciudad, depositarias de la verdadera pasión por la lectura y los libros, mucho más que el apoteósico tinglado mercantilista montado por las editoriales en las Ferias del Libro (a secas).
Palimp, el regalo y las adquisiciones están de diez, enhorabuena. ¿Sabes cual te recomiendo comprar? «La amistad», de Maurice Blanchot (son sus ensayos sobre arte, entre otros). Acaba de reeditarse en castellano, es un libro fascinante (segun he leido) que espero llegue a México.
Si señor, hay que hacer apología de los libros «de viejo». Puedo pasarme horas y horas rebuscando en esos puestos, cuando era un chaval suspiraba por que llegase la Feria del Libro Antiguo a mi ciudad. Y de mayor, pues igual, la verdad. Mi última adquisición: la Poesía Completa de Machado, a 1 euro (y en tapa dura).
Por cierto, aunque más caros, esos dos «bolaños» caerán pronto, seguro.
Mardito roedore… le he dado antes de tiempo a publicar…
Decía que no entiendo que haya gente que sólamente pueda leer libros nuevos, con la de cosas que te encuentras en las librerías de segunda mano. Y también decía que los de Alianza antiguos me gustaban más –veo que uno de los que has comprado es de esos– que las nuevas colecciones.
Una pregunta, el libro de Faulkner que aparece en la foto ¿qué relatos contiene?
Un saludo, Palimp, y buena lectura
Veo que no estoy solo en la defensa de las librerías de lance. Lo que dice Juanra lo suscribo al pie de la letra.
Magda, me apunto la recomendación; creo que me gustará.
Omanero, a mí también me gustaban más los de antes que los nuevos ¿Será que nos hacemos mayores? 😛
Portnoy, el libro tiene el cuento que da título al libro ‘El árbol de los deseos’ y luego ‘Los invictos’ (que también está en solitario en la colección Club Bruguera).
Menuda sonrisa de oreja a oreja xD
Y que lo digas 🙂