Planeta 2012. 320 páginas.
Tit. Or. The lean startup. Trad. Javier San Julián.
Está de moda emprender. Yo lo considero un timo, pero confieso haber caído en la trampa y acabo de empezar nueva empresa: Deedu. Tengo excusa, yo era emprendedor antes de que fuera mainstream 😀
No recuerdo en que taller o seminario recomendaban este libro y pensé que por echarle un vistazo no perdía nada. Y así ha sido, porque la idea principal me parece correcta. Básicamente se resume así: en terrenos nuevos como el desarrollo de aplicaciones para móviles los métodos tradicionales -como los estudios de mercado- no son de mucha ayuda. Así que propone un enfoque científico. La idea es desarrollar un producto funcional lo más pequeño posible. Lanzarlo y ver como funciona. Medir el rendimiento. Actuar en consecuencia del feedback, adelante si todo va bien, pivotando si vemos que nuestras asunciones estaban equivocadas.
El autor habla desde la experiencia, porque lanzaron un producto de éxito: imvu, una especie de second life orientado a los mensajes. Yo me lo he descargado y honestamente digo que si han sido capaces de vender ese churro el método debe funcionar.
El libro se complementa con la explicación de diferentes tipos de técnicas útiles y de como crecer sin morir de éxito (aunque esto ya me parece terreno de ciencia ficción). He sacado bastantes ideas útiles. Aquí explican todo mejor que yo: Reseña de El método Lean Startup de Eric Ries
Calificación: Bueno.
Hay que estar dispuesto a empezar de cero -que no es empezar realmente de cero:
Tirando mi idea a la basura
Quizá usted pueda simpatizar con nuestra situación y perdonarme el ser tan obstinado. Al fin y al cabo, tenía que tirar a la basura el trabajo que había estado haciendo durante los meses anteriores. Había trabajado como un loco en el software necesario para hacer que nuestro programa de mensajería instantánea pudiera operar con otras redes, que era el centro de nuestra estrategia inicial. Cuando llegó el momento de pivotar y abandonar esa estrategia inicial, casi todo mi trabajo, miles de líneas de código, quedó desbaratado.
Me sentí defraudado. Era un devoto de los métodos de desarrollo de software más recientes (conocidos colectivamente como desarrollo ágil), que prometían contribuir a evitar el despilfarro de recursos en el desarrollo de producto. A pesar de eso, había cometido el mayor despilfarro de todos: había creado un producto que los consumidores se negaban a usar. Esto fue realmente deprimente.
Un caso de éxito:
A lo largo del tiempo, Farbood llegó a la conclusión de que el modelo tradicional de educación basado en clases magistrales, con sus enfoques educativos, no era adecuado para sus estudiantes. Se propuso desarrollar un enfoque mejor, usando una combinación de clases magistrales, trabajo individual en casa y grupos de estudio. En particular, a Farbood le fascinó lo efectivo que era para sus alumnos el método de aprendizaje entre iguales, de estudiante a estudiante. Cuando éstos se podían ayudar entre ellos, se beneficiaban en dos sentidos. En primer lugar, podían recibir una enseñanza personalizada de un igual, que era mucho menos intimida-toria que la de un profesor. En segundo lugar, podían reforzar su aprendizaje aprendiendo a enseñar a otros. A lo largo del tiempo, las clases de Farbood fueron cada vez más sociales y exitosas.
A medida que esto se desarrollaba, Farbood sentía que su presencia física en clase era menos importante. Estableció una conexión: «Tengo este modelo social de aprendizaje en mi clase. Hay todas estas redes sociales funcionando en la web». Su idea era llevar el aprendizaje social entre iguales a gente que no se pudiera permitir las clases en Kaplan o Princeton Review, o un tutor privado que aún es más caro. De esta idea nació Grockit.
Farbood explica: «Tanto si estás estudiando para el SAT como si estudias álgebra, lo haces de tres formas. Pasas algún tiempo con expertos, estudias algún tiempo por tu cuenta y dedicas tiempo a trabajar con tus iguales. Grockit ofrece estos tres formatos de estudio. Lo que hacemos es aplicar la tecnología y usar algoritmos para optimizar estos formatos».
Hay que saber pivotar o cambiar el enfoque si lo que estamos haciendo no funciona:
Un catálogo de pivotes
Hay pivotes de diferentes sabores. La palabra pivote a veces se usa de forma incorrecta como sinónimo de cambio. Un pivote es un tipo especial de cambio, diseñado para probar una nueva hipótesis fundamental sobre el producto, el modelo de negocio y el motor del crecimiento.
Pivote de acercamiento (zoom-in)
En este caso, lo que antes se consideraba una característica del producto se convierte en el producto. Es el tipo de pivote que hizo Votizen cuando pasó de ser una red social entera a un simple producto de contacto para los votantes.
Pivote de alejamiento (zoom-out)
Es la situación inversa. A veces una única característica es insuficiente para sostener todo el producto. En este tipo de pivote, lo que se consideraba el producto entero se convierte en una simple característica de un producto mucho mayor.
No hay nada peor que hacer con eficiencia lo que no debería hacerse:
Para toda nuestra pregonada eficiencia en la producción de cosas, nuestra economía es increíblemente despilfarradora. Este despilfarro proviene no de la ineficiencia en la organización del trabajo, sino del hecho de que se trabaja en las cosas erróneas, y además a escala industrial. Tal como dijo Peter Drucker, «Seguramente no hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia aquello que no debería hacerse en absoluto».
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