Libros de la resistencia, 2020. 140 páginas.
Compendio de artículos que analizan -desde una mirada a los entresijos, a las cosas escondidas, medio ocultas- la poesía y la vida de diferentes poetas, así como la relación de la propia autora con su corpus poético.
Destaca el fino análisis que tiene Concha García y su mirada aguda, la perspectiva de género de quién ha tenido que escribir buscando unos referentes que se le habían arrebatado y la erudición que demuestra en cada una de las páginas.
He aprendido más con este libro que con un curso de la universidad, y además he disfrutado leyéndolo.
Muy bueno.
¿POESIA FEMENINA?
¿Existe una poesía exclusivamente femenina?
La pregunta es retórica. Claro que existe. Pero ¿podemos ponernos de acuerdo sobre la naturaleza de la escritura femenina. ¿Es algo definible, permanente y universal, que nos permita a las mujeres identificarnos con ella o sentir que nos reconocemos en ella? Sencillamente, no.
Me gusta comparar con la palabra entresijo la mirada de muchas mujeres poetas, como sabemos entresijo es una cosa oculta, interior, escondida. La poesía de Emily Dickinson podría estar escrita entre los entresijos, pero no solo la de ella, sino la de la mayoría de mujeres que escribieron antes que ella. Un entresijo es también tener muchas dificultades o enredos no fáciles de entender o desatar. Mucha poesía escrita por mujeres no ha sido lo suficientemente entendida, ni siquiera se ha intentado desatar por parte de la crítica oficial, siempre fue algo en el margen, un resto, una peculiaridad que se construía mediante subjetividades frágiles, imprecisas. La mujer era un misterio.
Hay que proceder con cautela, lo que se sabe no se ve y permanece oculto, se asoma en el momento de nombrarlo, de decirlo. Está en consonancia con esa rara cualidad que tienen las poetas que son capaces de abrir la conciencia dándole multiplicidad de sentidos a lo que llamamos realidad. Contra lo unidireccional, la amplitud de los significantes, y lo radial del discurso.
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