Leí en una bitácora hoy desaparecida que este era un libro clásico sobre la ciudad de Barcelona. Editado en 1971, hay una reedición en catalán con epílogo que lo pone al día. Teoricamente ambos ejemplares estaban en la biblioteca de mi barrio, pero el moderno está desaparecido y me sacaron este del almacén.
Poco hay que reseñar aquí, es una guía de los barrios y calles de Barcelona, cuya particularidad es su exhaustividad y que no deja de lado los barrios más populares. Aunque leído hoy, cuarenta años después y unas olimpiadas y ciudad turística por medio, casi ni se reconoce.
También se incluyen fotos de época que son una delicia. Y algún comentario personal como en este fragmento (aunque no abundan):
En 1728, el arquitecto Pere Bertrán dibujó un proyecto, que se llevó a término rápidamente. Es obra de un desusado empuje. La iglesia, que es lo único que queda, es una construcción de tres naves, con un crucero cubierto por una cúpula. La fachada, terminada sólo en su parte inferior, la proyectó Pere Costa siguiendo unas líneas barrocas. En el interior, de una frialdad propia del clasicismo académico, hay unas grandes pinturas de Claudi Lorenzale, artista que a principios del siglo XIX representaba en Barcelona el purismo de la escuela nazare-nista de los alemanes de Roma. Las rejas del pórtico son de Rogent.
El 7 de noviembre de 1971 tuvo lugar en la nave central de la parroquia de Sant Agustí la primera sesión plenaria de l’Assamblea de Catalunya, destinada a crear una plataforma común contra el franquismo, en torno a los puntos de «Llibertat, Amnistía ¡ Estatut d’Autonomia». La policía no descubrió la reunión, pero a causa de ella fueron encarcelados Josep Andreu ¡ Abelló, Josep Solé i Barbera, Mariá Vila Abadal y el que escribe.
Leerlo ha sido como hacer un viaje en el tiempo. Sólo he encontrado esta reseña: Barcelona, paso a paso: la historia poco conocida de una ciudad fascinante.
Calificación: Bueno.
Extracto:
Alrededores de la «Ajuda».
Para recorrer la caile de Mercaders es interesante entrar por Sant Pere mes baix (Baja de San Pedro) y doblar a la derecha por la calle de las Beates. La de Mercaders es una continuación de ésta.
En el primer tramo de la calle Sant Pere mes baix (número 7) se halla el «Instituí de Cultura i Biblioteca Popular per a la Dona» (Instituto de Cultura y Biblioteca Popular para la Mujer), benemérita institución docente y notable biblioteca fundadas por Francesca Bonnemai-son, viuda Verdaguer, que fueron expropiadas después de la guerra civil. Es un simple pero noble edificio del siglo XVI con una escalera en el patio resguardada por una lonja. En la parte posterior, moderna, se pueden admirar en la capilla unos frescos de Josep Obiols.
En la casa número 16 se conservan buenos esgrafiados del año 1783. Más allá, la Volta de la Perdiu (Arco de la Perdiz) pone una nota de curioso tipismo, con las casas de los números 4 y 7.
En el número 8 se halla la capilla de la «Ajuda». En su origen era una hornacina pequeña en la que se veneraba una imagen del siglo XV. Pero la devoción del barrio la transformó en oratorio, que en 1808 recibió su forma actual. Su único interés son los frescos pintados en 1949 por la pintora Montserrat Casanova.
Les Roquetes. Lugar elevado, con muy buena vista, antiguo lugar de descanso de los burgueses de Sant Andreu, fue invadido por los constructores de barracas. Un poblado de ladrillo, con aspecto de población del Atlas de Marruecos, surgió espontáneamente por pendientes de 50 % y aun del 100 %. Del centenar de barracas de antes de la guerra civil, se llegó cerca de las 800 en 1957, cuando se aprobó el Plan Parcial de ordenación urbanística, destinado a absorber a 7 500 habitantes.
La Guineueta. Las casas de la Obra Sindical del Hogar forman un conjunto especial, situadas al lado de la vía Favéncia. Es un barrio espacioso pero de un urbanismo absurdo, sin tiendas ni servicios públicos. Está poblado por un 66 % de no catalanes, de los que un 41 % son andaluces y un 20 % exclusivamente de la provincia de Jaén. Un afán monumentalista ha proyectado, viniendo de Horta, una torre de planta estrellada de 15 pisos.
Verdum. El primer encauzamiento del pavoroso problema de la vivienda se planteó en 1950 y dio lugar, entre 1952 y 1955, a las iniciativas de las llamadas viviendas del Gobernador Civil, en el Alto Verdum, y las de la Obra Sindical del Hogar, en la Via Favéncia. Las casas del Verdum realizadas en la primera etapa, en 1952, y en la segunda, en 1954, totalizan 900 viviendas. A pesar de que han sido muy criticadas por la mala calidad de la construcción, la combinación de casas con tiendas, bares, dispensario, escuelas, etc., la presencia de una plaza porticada y de un paseo realmente para pasear, es mucho más humana que en otras urbanizaciones posteriores.
El mercado de Santa Caterina antes:
Ahora:
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