En abril de 2004, en plena efervescencia de los blogs, cuando todavía las redes sociales no nos habían aborregado, decidí sumarme a la moda y crear uno donde apuntar brevemente un par de líneas de los libros que iba leyendo. No era la primera vez que hacía algo parecido, en algún momento de mi vida fui anotando los títulos de mis lecturas y una breve valoración, pero no fui constante y esa libreta se perdió en algún agujero negro entre mudanza y mudanza.

Aunque siempre escribí pensando más en una libreta de apuntes personales, sin ningún ánimo de sentar cátedra, internet me daba las herramientas para que si alguien, en otro rincón del mundo, buscara información sobre algún libro, pudiera encontrarse el punto de vista de otro lector.

Cada vez quedamos menos. Todo el mundo se ha ido a Instagram o TikTok, e incluso google, que nos quería tanto, nos relega ahora a las últimas posiciones de las búsquedas. En su momento nos dijeron que escribir información de calidad nos haría estar en primer lugar, pero ahora cuando busco información sobre un libro los 30 o 40 primeros resultados son librerías que solo repiten la sinopsis de la contraportada. En fin.
Una de las cosas de irse haciendo viejo es que ya se empiezan a medir las cosas por décadas. Hace 20 años que empecé esto, que se dice pronto. 20 años de turra en los que he publicado más de 4000 entradas, de las cuales 3444 son reseñas, divididas de la siguiente manera:

Comics: 239
Ciencia Ficción: 385
Cuentos: 643
Ensayo: 833
Novela: 1019
Poesía: 118
Teatro: 207

Mientras el cuerpo aguante seguiré dando la brasa, no creo que mis hábitos de lectura cambien y cuando no me acuerdo de si he leído un libro o no, o cual fue mi opinión, vengo aquí a buscar la información.
A por otros 20. Por lo menos.