Periférica, 2015. 104 páginas. Tres relatos con diferentes poetas como protagonistas. La muerte de San Juan de la Cruz, exhudando santidad. La peregrinación de Hölderlin a pie de Burdeos a Stuttgart y la noche en que Pessoa inventó a su primer heterónimo. Poético es también el lenguaje que usa el autor para describirnos las escenas y, aunque no es mi estilo, es muy destacable la calidad del lenguaje. Deja muy buen sabor de boca. El cirujano de Úbeda era un hombre joven y alto y se llamaba Ambrosio de Villarreal. Era temido por todos pero no tanto por su carácter enjuto y a veces desabrido como por sus cuchillas bien afiladas. Cómo vino a parar a esta ciudad nadie lo sabía con certeza, parece ser que había estado también en Granada y en Linares, y mucho antes en Valencia, donde pudo haber aprendido el oficio. Vivía cerca de la misión carmelitana, sobre la muralla de levante, desde donde podía verse el barrio de los gitanos y, a lo lejos, el macizo de la sierra de Cazorla. Tuvo amores, quizás, con una mora de ojos grandes y de esto también se hablaba en Úbeda. Lo que más temían sus vecinos, y…