Dolmen, 2009. 160 páginas. Un escritor que admiro, Rafael MarÃn, escribe con erudición sobre un cómic que admiro, Watchmen. ¿Que puede salir mal? Absolutamente nada. Lo he devorado en una sentada, he disfrutado como un gorrino y me ha sumido en diferentes reflexiones acerca de la obra de Moore. Se explican algunas de las claves que articulan esta novela gráfica que no lo es, se acompaña de abundante material gráfico, se ilumina la génesis de la obra y se discuten referencias e influencias. Totalmente imprescindible para los amantes de esta vuelta de tuerca sobre el mundo de los superhéroes. Un par de pensamientos tras la lectura. No tengo muy claro que sea un cómic que pueda leerse sin haber crecido en el mundillo. Es decir, si de niño has leÃdo superhéroes, este es el cómic con el que te vas a hacer mayor. Si no es asà estoy seguro de que sus cualidades pueden atrapar por igual, pero el efecto no va a ser el mismo. Por otro lado lo malo de crecer es que ya no te crees los cuentos. Yo hace tiempo que ya no disfruto con los superhéroes mainstream, aunque sean originales o novedosos. CreÃa que era…
Grupo AJEC, 2010. 240 páginas. Ultratumba Me es imposible olvidar a Rafel MarÃn. Su relato Nunca digas buenas noches a un extraño, aparecido en Nueva Dimensión, fue el primero profesional que leà de un autor español, y el que mehizo pensar -como asà ha sido- que aquà también se podÃa escribir ciencia ficción de calidad. En este caso el terreno narrativo es el terror, con lo siguientes relatos de fantasmas: Bibliopolis Ragnarok en las playas de itaca Una canica en la palmera La piel que te hice en el aire La sed de las panteras El último suspiro Son de piedra Llena eres de gracia Volver a Sitges A veces corren Sombras de candilejas That’s all right, mama Pero ¡ojo! que sean de fantasmas no quiere decir que sean de miedo. Al contrario, muchas veces es la ternura el rasgo predominante. En Una canica en la palmera, por ejemplo, el fantasma de un niño se convierte en el compañero de juegos de una niña. En Volver a Sitges el autor coge un tema clásico, lo sitúa muy acertadamente en el festival de cine de terror y fantástico de Sitges, y consigue una pieza de amor que emociona -en mi caso…