Acantilado, 2010. 1220 páginas. ¿Memorias? ¿Dietario? ¿Autoficción? Un poco de todo y algo diferente es esta visión distorsionada desde el fondo del mar, casi inabarcable en su enorme extensión, en la que se habla de muchas cosas y se reflexiona de más, se incluyen relatos y se desnuda el autor más de lo que -a lo mejor- se imagina. El texto nace, se nutre y se vertebra a partir de anotaciones con fecha donde se narran sucesos más en formato dietario que diario. Pero se organizan en áreas temáticas que dan pie para que el autor reflexione desde el presente. Se van encadenando de tal manera que el fin de una enlaza con el principio de la otra. Se incluyen también una novela corta de la juventud del autor y algún que otro relato bien encajado en fondo y forma en el sitio que corresponde. También recuerdos personales, llegando a momentos de la infancia. Todo encaja muy bien, no desentona nada y pese a la longitud del libro se lee con gusto y no cansa. Tengo mis peros: lo que cuenta el autor cae muchas veces en el postureo (lo que no es malo si es interesante). Peor son algunas…