DVD, 2010. 242 páginas. Un libro con este título, que hace referencia a uno de los mayores engaños publicitarios para niños, ya resulta atrayente. Si te lo recomiendan en una página amiga, todavía más. Aunque el texto de la contraportada no inspire mucha confianza. En la ciudad de Sierpe, nacida de las ruinas del motín de un presidio, se entrecruzan las vidas de personajes curiosos, que interactúan con la realidad -con la nuestra- y con esa otra realidad que son los iconos pop. Relatos que nos hablan de concursantes de Identity, presos amotinados, extrañas drogas, gitanos que hablan en roman palatino, antropólogos extraviados, asesinos en serie, psiquiatras que se masajean los huevos, dramaturgos omniscientes, el World of warcraft y el nihilismo como guía. En alguna ocasión me he quejado de algunos libros patrios de ánimo provocador pero con poca sustancia narrativa. Con pocas ideas. Óscar Gual tiene muchas, e iguales ganas de experimentar. El resultado es desigual, a veces fallido, pero en conjunto tiene una potencia admirable, y la ambición de crear todo un universo narrativo en las pocas páginas de la novela. Lo he disfrutado de principio a fin. Ese fin. Porque allí dentro, en su cavidad craneal, Mickey…