Mondadori, 2005. 382 páginas. La revista literaria McSweeney’s, editada por el escritor David Eggers, ha alcanzado gran fama por lo arriesgado de sus propuestas estéticas (JJ ha hablado bastantes veces de ella). Como se cuenta en el prólogo: Y si bien el primer número reunió muchas narraciones que no habían encontrado cabida en ninguna otra publicación, no tardamos en descartar dicha limitación, y desde el segundo número la mayoría de los textos habían sido escritos con la intención de ser publicados en nuestra revista. Una vez resueltos los aspectos conceptuales básicos de la publicación —en la que trabajábamos entonces dos o tres personas—, pasamos a explorar las posibilidades de sus aspectos formales. Cada número trataba de superar al anterior, de reinventarse a sí mismo. El primer número se caracterizó por su sencillez, el segundo duplicó la complejidad de la cubierta y el tercero la triplicó, incluyendo además un relato breve de David Foster Wallace impreso en el mismo lomo. Antes de publicar un número, yo volaba de Brooklyn a Reykjavik para hablar en cada ocasión con los impresores sobre la viabilidad de nuestras ideas. ¿Podíamos imprimir una página desplegable a cuatro tintas? ¿Podíamos crear un número con catorce opúsculos separados,…