Anagrama, 2020. 210 páginas. Una explosión en un edificio deja a un único superviviente de un grupo de jóvenes que estaban celebrando una fiesta. El libro son diferentes testimonios de personas afectadas por esa tragedia. He visto estos días anunciada la última obra del escritor, que trata sobre la desaparición de una escultura gigantesca de Richard Serra, un hecho que me tiene fascinado y que no sé muy bien si algún día se llegará a aclarar. A falta de ese libro en la biblioteca he decidido leer su obra anterior. Después de hacerlo se me han quitado las ganas. De todos los puntos de vista de la historia el único que me ha parecido interesante ha sido el de la quiosquera. El resto me han aburrido los detalles intrascendentes que ni aportan nada a la trama ni tienen interés por sí mismos. Que un libro que narra un hecho tan traumático como una explosión sea tan aburrido me resulta sorprendente. No me ha gustado. Aquel sábado llovió. No, no llovió, hizo buen día. Llovió el día anterior más bien. El verano se estaba acabando, o ya se había acabado en realidad, porque el verano se acaba siempre de repente, sin…