CNP, 1991. 150 páginas. Fotografías de Joel-Peter Witkin precedidas de un texto que, como está en francés, he ignorado sin remordimientos y he ido directo al turrón, a las reproducciones de estas fotografías que son capaces de dejarte mal cuerpo. Algún lector anterior a mí incluso ha dejado una nota que pone ‘q necrofílico eres desgraciao’. Porque el imaginario del autor no está hecho para estómagos sensibles. Cuerpos mutilados, momificados, con los genitales expuestos o torturados, todo en unos ambientes deprimentes y con la fotografía rayada para acentuar lo irreal y terrible de lo que nos enseña. Dejo muestras, véanlas bajo su responsabilidad. El libro es muy manejable y me da pena devolverlo a la biblioteca. Muy bueno.