Eduardo Acosta Méndez. Filósofos cínicos y cirenaicos. Antología comentada.
Ensayo / noviembre 23, 2007

Círculo de lectores, 1997. 334 páginas. Punks clásicos Siempre me han fascinado los filósofos cínicos. Además de lo que se estudia en el bachillerato me había leído La secta del perro de García Gual. Su radical visión de la vida, su desprecio de las convenciones, su austera vida… Las anécdotas, aunque con toda seguridad sean apócrifas, son verdaderos arquetipos morales: Platón: Si supieras adular al rey, no tendrías que comer lentejas. Diógenes: Si supieras comer lentejas, no tendrías que adular al rey. Además de los filósofos cínicos están los cirenaicos. Ambas escuelan buscaban la felicidad y el bien, pero mientras los primeros lo identificaban con la ausencia de necesidades, los segundos asociaban el bien al placer, entendido también como placer espiritual. En este libro se muestran para cada filósofo una noticia previa -breve escorzo biográfico-, una selección de Máximas y una colección de anécdotas y apotegmas. Entre los cínicos aparecen Antístenes, Diógenes, Crates e Hiparquia. De los cirenaicos están Aristipo, Arete y Aristipo Metrodidacta, Hegesias, Anníceris y Teodoro. Me ha sorprendido la figura de Hegesias, llamado el pesimista, al que tenían prohibido dar charlas porque después muchos de los que le escuchaban se suicidaban. Eso es tener poder de convicción;…