Ediciones La Palma, 2019. 160 páginas Una historia a varias bandas donde la protagonista recuerda la ausencia de su padre, que abandonó dos veces a su madre para irse a Venezuela, su relación con Guillermo, un artista de poca monta al que abandona, sus escarceos con un poeta y algunos insertos del dietario del autor del texto. Impecablemente escrito y muy bien construído no está, sin embargo, a la altura de las frases de la contraportada que hablan de estilo poético, kafkiano y lleno de humor. Me ha parecido un libro más que correcto, que he disfrutado, con ese juego de espejos entre la protagonista y las otra voces que la acompañan, pero que tampoco -creo- es para tanto. Probaré con otras obras del autor a ver si tengo más suerte. No está mal. Madre no sabe ser Penélope. Madre teje y teje en su bastidor. Madre cala manteles, sábanas, adornos de mesa. Madre teje pero en ningún caso lo hace para aguardar a mi padre, para tejer su historia, para engañar pretendientes. Madre teje solitaria y luego va a Santa Cruz a ganarse unas pesetas. Teje y teje pero sus calados no guardan palabras como memoria, tiempo, viaje. Cuando…