Círculo de lectores Galaxia Gutemberg, 1999. 926 páginas. Tit. Or. Darwin’s dangerous idea. Trad. Cristobal Pera Blanco-Morales. Análisis de la idea central en la teoría de la evolución de Darwin, la idea de la adaptación. Lo central -y lo peligroso de esa idea- es que las especies cambian mediante lo que podríamos denominar un algoritmo adaptativo. Y ese algoritmo se aplica no sólo a la evolución de las especies, también a la sociedad, al mercado, etcétera. Nunca he leído un libro de Dennett que no se disfrute por su capacidad divulgativa, su inteligencia y sus temas siempre interesantes. Aunque afirma en el prólogo que con los argumentos no se puede convencer a nadie, somos muchos los lectores que disfrutamos con una buena exposición de ideas, como es el caso. Dejo extractos al final. Muy recomendable. Más reseñas: La peligrosa idea de Dennett y ¿Quién le teme a Darwin? No se encuentran en este libro ese tipo de argumentos filosóficos de gran complicación técnica que muchos filósofos prefieren. Esto es así porque tengo un problema prioritario del que ocuparme. He aprendido que los argumentos, no importa cuál sea su solidez, caen a menudo en saco roto. Yo mismo he sido autor…
Katz editores, 2006. 224 páginas. Tit. Or. Sweet dreams. Philosophical obstacles to a science of consciousness. Trad. Julieta Barba y Silvia Jawerbaum. La conciencia es un misterio del que todavía sabemos poco. Pero ¿es un misterio explicable o inefable? ¿Hay un alma escondida en alguna parte que explica su singularidad o encontraremos el mecanismo que la provoca? De momento estamos muy lejos de saberlo, pero nada nos impide posicionarnos. El autor es de los que piensan que en la conciencia no hay nada que no sea materia. O, como dice en una cita: En su reseña del último libro de Colin McGinn, afirma: «la conciencia nos resulta misteriosa porque todavía no tenemos una imagen adecuada de la materia». Luego agrega: Tenemos muchas ecuaciones matemáticas que describen la conducta de la materia, pero en verdad no sabemos nada acerca de su naturaleza intrínseca. La única pista con que contamos es que, si se la dispone como está organizada en objetos como el cerebro, lo que se obtiene es la conciencia (Strawson, 1999). O lo que es lo mismo, la materia tiene tantos misterios como los pueda tener la conciencia. Hay dos posturas básicas; los que creen que un mecanismo, por sofisticado…