Edicions de Ponent, 2015. 116 páginas. Relato a una isla inexistente repleta de grupos de seres humanos muy curiosos: los osillones, taciturnos, que tienen a sus mujeres siempre en el sillón, los bilibús, dedicados al juego desde la infancia hasta la vejez, y muchos otros con costumbres curiosas. Imposible no acordarse de otros libros del estilo y por encima de todo a los cronopios y los famas, que también aparece un pueblo con ese nombre en el libro. Yo, personalmente, estoy un poco cansado de estas alegorías, pero reconozco que las que aquí se escriben tienen su punto de gracia. Lo que sí me ha gustado sin paliativos son los dibujos de Pere Joan, que tiene una capacidad sorprendente de ilustrar el texto y aportar su visión particular con imágenes, en ocasiones, mucho más poderosas que las escritas. Bueno.