Candaya, 2008. 116 páginas. Recopilación de microrrelatos, habitualmente no más extensos de cuatro líneas. Algunos bordeando más el aforismo o la anécdota sencilla que la ficción. El suicida descortés del título es el que se tira en la línea del metro y nos fastidia a los demás el transporte. Para decirlo corto no me ha gustado. Me ha parecido un conjunto muy flojo y algunos cuentos verdaderamente malos. No he encontrado ninguno destacable, y no sabía si poner como fragmento los que me han parecido más decentes o algunos de los peores, les dejo uno de cada. Aquí tienen otra selección: CARLOS VITALE: ALGUNOS MINICUENTOS UN CRITICO DE ALTURA Andaba por la calle leyendo una elogiosa nota sobre mi poesía aparecida en una revista italiana, cuando una paloma me cagó la página. EL TIEMPO DETENIDO En el reloj de la esquina del correo son siempre las doce. A veces es demasiado temprano y a veces demasiado tarde.