Norma, 2016. 264 páginas. Tras el éxito de El miedo a volar, donde explicaba la historia de su padre, que se suicidó en la residencia, Altarriba nos muestra aquí la vida de su madre. Dos visiones de una época de miseria económica y moral, donde no era fácil sobrevivir. Su padre estuvo a punto de matarla nada más nacer, por considerarla culpable de la muerte de su madre. Sólo le rompió un brazo, que ya no recuperó la movilidad. Una infancia desgraciada, sirvienta de sus padres y hermanos. Una vida al servicio de los demás, soportando necesidades económicas, desplantes y humillaciones. El guión es -quizás- menos emotivo que en el cómic anterior, pero aprovecha para ilustrarnos sobre los opositores que el régimen de Franco tenía en su seno; conspiradores monárquicos que acabaron mal. El dibujo de Kim se aleja de su estilo habitual de El jueves y es, en mi opinión, cualitativamente superior al primer álbum. Un díptico imprescindible.
Edicions de ponent, 2009. 208 páginas. El padre de Antonio Altarriba se suicidó en la residencia de ancianos de Lardero. Ese es el punto de partida para contar la historia de su vida, desde la infancia de su padre, anterior a la guerra civil, los años de la contienda, la postguerra, la dureza de su vida después de perder su negocio por la estafa de uno de los socios, el fin de su matrimonio y su ingreso en el geriátrico. El periodo de tiempo abarcado sirve para hacer un retrato de la sociedad española, más allá de los tópicos de la guerra civil y la miseria de la postguerra. El autor aprovecha también unas cuartillas que había escrito su padre, logrando momentos de gran intimidad. Hay páginas realmente conmovedoras. En el apartado gráfico el dibujante Kim, conocido sobre todo por sus historias de Martínez, el facha, cumple dignamente su cometido. Personalmente no me suele gustar su trabajo, pero aquí está a la altura de la historia. Hay entrada en la wikipedia y, sorprendentemente, está muy bien y muy completa: El arte de volar. Otras reseñas aquí:El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim y Crítica: El arte de volar….