AMG, 2001.47 páginas. Ganadores del concurso de relatos del colegio de aparejadores que son los siguientes: Desiderio C. Morga, Lunes de función pública. Bruno Montané. Un trabajo en la frontera. Victoria Pérez Herreros. La boca del tiburón. Bastante bien escritos aunque tampoco emocionantes. El ganador tira un poquito del cliché del poeta que, caminando, contrapone lo cotidiano con la elevación espiritual pero acaba concluyendo que nadie es más que nadie. Está bien. Cruzo el puente camino de Correos, las berrañas están mustias de escarcha y el río me envuelve en su sonido antiguo. Siento tanta tristeza y desapego contemplando los barbos, los montes a lo lejos, que me reclino un poco en la baranda añorando la niñez que perdí río abajo. Al otro lado está la expansión dotacional y los servicios. Un amplio aparcamiento que sirve además para dar mercadillo los jueves. El parque infantil: columpios, toboganes de material homologado; alguna brecha verde a modo de parterre cuaresmal y arbolillos chaparros -aligustres, japónicas, boleanas- acordes con el mobiliario pétreo dispuesto por el Gabinete Técnico de Urbanismo y Gestión, antes Oficina de Obras. Un bulevar que agrupa una docena de bancos, el hotel y los bares selectos. En un viejo calvero…
AMG, 2002. 36 páginas. Segundo premio de un concurso de relatos, me ha resultado bastante insípido tanto el que da título al libro, que trata sobre una conferencia que paradójicamente aboga por darlas en unas condiciones un tanto extravagantes. Los dos restantes, El veneno de la escritura y Técnicas para ponerse a salvo, son bastante flojitos. Se deja leer. Que debe, lo antes posible, dividir al auditorio en dos bandos y atraer a su causa a una de las partes, a ser posible la que cuente en sus filas a los individuos más fornidos, que le servirán de parapeto para poder escapar (“Divide y vencerás”, “Difama que algo queda”, “Quien da primero da dos veces” son frases que atestiguan la importancia histórica de la estrategia). Que nunca podrá contar con las personas habituadas al escándalo, gente insolidaria y camorrista que no respeta nada. Y, finalmente, que no hay enemigo pequeño: hasta la anciana más inofensiva sabe abrir la caja de los truenos repitiendo, debido a una fingida sordera, una misma pregunta doce veces (y todas, por supuesto, conocen el manejo del bastón). Sin duda que toda buena conferencia consiste en un intercambio, ya de conocimientos, ya de léxico, ya de…
AMG, 1995. 80 páginas. Poemario de Roberto Iglesias, fallecido hace cinco años y aunque natural de Mieres muy vinculado con La Rioja. Estos libritos son como los pimientos del padrón, que unos pican y otros non. Éste es de los que pican. De corte más bien tirando a clásico resultan sin embargo frescos en su lectura, con unas imágenes que nos hablan de amor y desamor, de soledad, de pérdida, que nos dice que Logroño ardía o que el corazón le dice que sonría y él no puede. Que éramos de fuego y hemos sido derrotados. Que las madrugadas están vacías. Ha sido toda una sorpresa. Muy bueno. XXX Sábado, 21. Sep. 91 – Lunes, 30. Sep. 91. Revelación de la noche heredada en soledad con aleteo de oscuros horizontes oxidados, remolinos hirvientes en las sombras de mi sombra, un habitante de la ciudad solo y persistente salta de la pirámide alumbrada hacia el abismo, tiniebla soberana que me eleva como un pájaro de solitario vuelo, oscuridades incendiadas, alas de sombra que se extienden claras y purísimas, revelación de la noche heredada en soledad como tu carne, cielo mío. Tiemblo de tu amor, cuando anochece y alumbran los besos la…
AMG, 1998. 80 páginas. Poemario que aglutina siete poemas para estar contigo, tres odas ucrónicas, cinco canciones antipetrarquescas, quince testimonios póstumos y una declaración jurada. Catálogo de diferentes estilos del autor, que van desde el intimismo de los primeros poemas de amor al yo de los testimonios pasando por los cultismos de las odas y las canciones. Todos los poemas me decían algo, y algunos me han parecido brillantes (dejo muestra). Muy bueno. Pero tú ya no puedes dejar de estar ni enmudecer ni palidecer entre los vértices de la noche pero tú ya no puedes empaquetar nuestros perfumes ni rayar el disco de nuestros besos pero es que tú ya no puedes devolverle a los pájaros el ahogo ni el trino porque tú ya no puedes despertar Maldito sea el día el mes y el año y maldito el primer deseo dulce cuando nos entaponaron la ubre del bisonte y nos descorcharon la tinaja de las liendres malditas sean las voces despertadas malditas todas las cartas los bocetos maldito el pensamiento con azufre aquel cielo de marzo aquellas pérgolas ¿Cómo hubiera yo sido si hubiera sido joven algún dia, si los clavos hubieran olido a perfume, si la carne…
AMG, 1994. 40 páginas. Poemario ganador de un premio centrado en poemas eróticos que personalmente me ha dejado bastante frío. Centrado en bastantes ocasiones en el amor mercenario hace tiempo que esta romantización de la prostitución me da un poco de urticaria. Los versos, siendo solventes, tampoco bastan para salvar el libro. Se deja leer. DECLARACIONES EN LA CAMA La boca avanza y ya no se detiene. Rodillas tersas, torneadas, seguro aperitivo impar. Cruja tu cuerpo bajo de la sábana según prefieres, aunque déjame contar antes con los labios esas costillas que he de hacer sonar como un arpa con la música del amor. Tus ojos llegan al final, y antes.