Dos historias paralelas que se leen desde los dos puntos de entrada del cómic, y que se juntan en el combate final. En una esquina, Rafa, de origen humilde que logra triunfar en el cuadrilátero a base de sacrificio pero que acabará en la cárcel. En la esquina opuesta Héctor, hijo de una estrella del atletismo que escoge el boxeo para escapar de su padre y porque tiene talento.
El guión es ágil como el juego de piernas de los protagonistas, pero en mi opinión con demasiados tópicos (el padre controlador, el boxeador impulsivo, el entrenador sabio…). Pero combinados con un dibujo magnífico, de rojo abundante y trazos poderosos te golpea como un buen jab de derecha.
Una buena reseña aquí: El boxeador. Excelente.
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