La Cúpula, 2008. 106 páginas.
Trad. Ana Bejarano.
El protagonista trabaja en la pizzería Kamikaze, en el lugar -tan parecido a la tierra- donde van las almas de los suicidas. Allí pasan los días grises, igual que cuando estaban vivos, sólo que con algunas cicatrices. La noticia de que su novia se ha suicidado y que tiene que estar en algún lugar de ese extraño mundo le llevará a una esperanzada búsqueda.
Basada en un relato de Etgar Keret, del que voy a buscar su libro de cuentos ya mismo, escapa de tópicos y construye una historia de esperanzas tenues como la niebla, fiel reflejo de una existencia en tonos grises.
Muy bueno.
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