El libro nace de un ciclo de seis conferencias que iba a impartir Italo Calvino para la cátedra Charles Eliot Norton Poetry Lectures, pero murió de un ictus cerebral antes de viajar a los Estados Unidos. En principio la sexta conferencia no está escrita, pero se incluye un apéndice que el autor pensó escribir sobre el arte de empezar y el arte de acabar que bien podría considerarse compañera de las otras.
Es admirable la erudición de Calvino y la ligereza con que la trata, de una manera amena y amable. Todas están relacionadas con el arte de escribir, y todos los escritores en ciernes podemos sacar alguna enseñanza.
Así deberían ser todos los ensayos. Recomendable.
En mi primera conferencia partí de los poemas de Lucrecio y de Ovidio y del modelo de un sistema de infinitas relaciones de todo con todo que se encuentra en esos dos libros tan diferentes. En esta conferencia creo que las referencias a las literaturas del pasado se pueden reducir al mínimo, a lo que basta para demostrar cómo en nuestra época la literatura ha llegado a hacerse cargo de esa antigua ambición de representar la multiplicidad de las relaciones, en acto y en potencia.
La excesiva ambición de propósitos puede ser reprobable en muchos campos de actividad, no en literatura. La literatura sólo vive si se propone objetivos desmesurados, incluso más allá de toda posibilidad de realización. La literatura seguirá teniendo una función únicamente si poetas y escritores se proponen empresas que ningún otro osa imaginar. Desde que 1; ciencia desconfía de las explicaciones generales y de las soluciones que no sean sectoriales y especializadas, el gran desafio de la literatura es poder entretejer los diversos saberes y los versos códigos en una visión plural, facetada del mundo.
Un escritor que sin duda no ponía límites a la ambición de los propios proyectos era Goethe, quien en 1780 confía a Charlotte von Stein que está proyectando una «novela sobre el universo». Poco sabemos de la forma que pensaba dar a esa idea pero el haber escogido la novela como forma literaria capaz contener el universo entero es ya un hecho cargado de futuro.
La poesía es la gran enemiga del azar, por mucho que también ella sea hija del azar y que sepa que el azar, en última instancia, le ganará la partida: «Un coup de des jamáis n’abolirá le hazard» [Una jugada de dados nunca abolirá el azar]. Al ineluctable triunfo de la entropía, Mallarmé responde contraponiendo sus perfectos cristales de palabras, aunque sabe que su sustancia es la misma hacia la que tiende el universo: la negación, la ausencia, la nada. Rien es la primera palabra del primer verso del soneto que abre sus Poésies. Con ella puede concluir mi repaso de comienzos, pero no sin recordar la última perspectiva que Mallarmé propone: «…que tout, au monde, existe pour aboutir a un livre» [que todo, en el mundo, existe para concluir en un libro]; y un poco más adelante precisa que este libro, único, debería ser «l’explication orphique de la Ter-re».
Mi segunda conferencia versará sobre esta tentación o vocación (en función del punto de vista) de la literatura contemporánea: el libro que contenga en sí el universo, que se identifique con el universo; y especialmente reflexionaré acerca de la tendencia de la novela contemporánea a convertirse en una enciclopedia. Si esta tarde he
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