Haruki Murakami. La caza del carnero salvaje.

mayo 24, 2006

Editorial Anagrama, 1992. 329 páginas.
Tit. Or. Hitsuji o meguru boken. Trad. Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala.

MurakamiCazaCarneroSalvaje
Cacería metafísica

Murakami por aquí, Murakami por allá. Que si su útlima novela es comercial y ha perdido garra, que si no es verdad, que si tomba, que si gira… Me había propuesto leer algo de este autor por aquello de que algo tendrá el agua cuando la bendicen, cuando me encuentro esta entrada de Francisco Herrera y descubro que, como tantas otras veces, ya lo había leído.

Compré ‘Crónica del pájaro que da cuerda al mundo’ por su extraña y Mironiana portada (que fuera de Tusquets también ayudó un poco) y me encontré más de lo que esperaba. Una espléndida novela difícil de clasificar. Quedó apuntada para relectura y lo recomendé y presté mucho en su momento.

Me impresionó, sobre todo, el protagonista. La confianza más allá de la duda que deposita en su mujer, narrada con envidiable maestría, fue capaz de hacerme replantearme mi actitud ante la vida. ¿Ustedes creen que la literatura puede hacernos cambiar? En mi caso fue así.

Animado por estos antecedentes cuando vi -casualidades de la vida- La caza del carnero salvaje en la estantería de novedades de la biblioteca, arranqué con celeridad el libro del mostrador antes de que cayera en las manos de cualquier desaprensivo. Añadí Caja negra y El desfile del amor al montón y me fui tan campante. Le tenía ganas y pude leerlo la única tarde tranquila que he tenido estos meses; aislado de la civilización en el bonito pueblo de Clavijo.

El narrador trabaja en una agencia de publicidad y acaba de divorciarse de su mujer. Tiene una vida bastante anodina, pero eso cambiará pronto. Conocerá a una extraña modelo de orejas y un antiguo amigo le enviará una foto para que la incluya en algún trabajo. La presencia de un misterioso carnero llamará la atención del dueño de un poderoso imperio comercial. Si el protagonista no encuentra al carnero llevarán a la ruina a su agencia y se encargarán de convertir su vida en un infierno…

Comparte con Crónica… esa presencia de lo sobrenatural que podría emparentarla con el realismo mágico (si no fuera porque son completamente diferentes). También los protagonistas se asemejan; parecen treintañeros abúlicos inmersos en una vida que no controlan. Pero ante situaciones extremas responden con una calma y una integridad a la altura de las circunstancias.

Me parece inferior a Crónica… (o, por lo menos, no tan redonda) pero me confirma que debo seguir leyendo al autor (ya veremos en que orden). La combinación de relax en la casa del pueblo más novela de Murakami tuvo el mismo efecto que una semana de vacaciones. Un autor como la copa de un pino.

Escuchando: New Deep. John Mayer.


Extracto:

Tras devolver el auricular a su soporte, traté de hacerme una idea sobre qué podía significar lo de que había captado la imagen. No lo entendía. Pero hay montones de cosas que no entiendo. Desde luego no se puede decir de mí que los años hayan aumentado mi capacidad de comprensión. Cierto autor ruso escribió que aunque el carácter puede cambiar, la mediocridad no tiene remedio. Los rusos, de vez en cuando, se descuelgan con frases redondas. Tal vez las meditan durante el invierno.

Me metí en la ducha y me lavé la cabeza, mojada por la lluvia. Con una toalla liada a la cintura, me puse a ver la televisión; daban una película americana que trataba de un viejo submarino. El capitán y su segundo de a bordo andaban siempre a la greña, y encima el submarino de marras era una antigualla: para colmo de males, a uno de los tripulantes le daba un ataque de claustrofobia: no obstante tan calamitoso argumento, el filme culminaba con un feliz final. Era una de esas películas cuya moraleja es que si todo acaba teniendo un final feliz, la guerra no puede ser tan mala. No me extrañaría que pronto nos endilgaran una película con el mensaje de que en una guerra nuclear, la humanidad fue barrida de este mundo, pero, al final, todo acabó bien.

Apagué el televisor y me metí en la cama. A los diez segundos, dormía como un bendito.

53 comentarios

  • diana octubre 22, 2010en10:11 am

    Adoro a Murakami y coincido enalabar su universo y su enbolvente narrativa ,ese mundo majico ,sobrenatural y a la vez cotidiano pero lo distinto es tambien la descripcion que hace del poder y de los poderosos de la perturbacion y la podredumbre que los acompaña

  • DANIELA octubre 31, 2010en1:37 am

    LAS FALTAS HORRENDAS DE ORTOGRAFIA DE LOS USERS IGNORANTES QUE ESCRIBEN DEJAN MUCHO QUE DESEAR ACERCA DE SUS OPINIONES.MANGA DE BURROS!!!

  • Hernán Sa´nchez Barros enero 7, 2011en8:27 pm

    Murakami es un nuevo clásico. Estamos, idudablemente, frente un espíritu que trasciende la simple contemplación de la realidad, para sumergirse en un universo (¿El univerrso?) que nos ofrece elotro lado de la máscara. Murakamí es el fiel representante de «la nueva literatuta», con su obra maestra «Crónica del pájaro…» , abre una nueva etapa en la evolución de las letras. No sin razón era el autor preferido de Larsson.

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