Lo leí de jovencito (esta colección tiene muchos años y me fue nutricia en muchos sentidos) y no me enteré demasiado. Yo creía que por incapacidad propia. Pero ahora que uno tiene más armas en la cabeza he constatado que la culpa no era mía.
El libro es confuso, no explica muy bien las ideas y originales hay más bien pocas. Más filosófico que científico abunda en decir mucho sin decir nada.
No lo recomiendo.
Cuando hablamos de una señal que lleva información, nos referimos normalmente a algún proceso físico que sufre una propagación de un lugar a otro en el espacio (luz, corriente eléctrica, ondas acústicas, etc.) o un objeto físico, adecuadamente inscrito, que es transportado de aquí a allá (cartas, libros, figuras, etc.). Éstas son las expresiones o realizaciones materiales del canal de comunicación. No obstante, desde un punto de vista teórico, el canal de comunicación propiamente dicho se puede considerar y de hecho se considera como, el mero conjunto de relaciones de dependencia entre s y r. Si las relaciones estadísticas que definen la equivocidad y el ruido entre s y r son adecuadas y correctas, entonces existe un canal entre esos dos determinados puntos, y por consiguiente pasa información de uno a otro, aunque no haya ningún nexo físico directo que una s y r. Consideremos, por ejemplo, la situación que hallamos representada la figura 1-8.
A transmite tanto a B como a C a través de algún canal físico (indicado mediante líneas continuas). B y C están aislados el uno del otro en el sentido de que no hay ninguna señal física que pase directamente de uno a otro. Aunque B y C están físicamente aislados, existe a pesar de ello un nexo informacional entre ellos (representado mediante una línea discontinua). Según la teoría de la información, hay un canal entre B y C. «A causa de la común dependencia de B y C respecto de A se podrá saber algo acerca de C mirando a B, y viceversa. Es correcto decir que existe un canal en el sentido de la teoría de la comunicación entre B y C.»25 Llamemos al canal entre B y C canal «fantasma». Se puede considerar que dos receptores de televisión que sintonizan el mismo canal están unidos mediante un canal fantasma. En cada uno de esos receptores hay información sobre el otro. La correlación existente entre los acontecimientos que tienen lugar en las pantallas de ambos receptores no es accidental. No es ninguna coincidencia que la publicidad interrumpa un programa al mismo tiempo que interrumpe el otro. La información que hay en B sobre C, IC(B), es igual que la información generada en C, ¡(C), a pesar de que no existe ningún canal físico entre ambos.
Esta sugerencia es la que pretendo desarrollar en lo que queda de capítulo. El contenido semántico de una estructura es aquella información que la estructura lleva en forma digital. S lleva la información de que t es F en forma digital si y sólo si ésa es la información más específica sobre r que lleva S.2 Como espero demostrar, una estructura presenta, con respecto a la información que lleva en forma digital, una intencionalidad de grado superior que la que presenta con respecto a la otra información que esa estructura contiene. En realidad presenta las características intencionales de una creencia genuina.3 Este hecho formará la base de nuestra consiguiente identificación de la creencia de que t es F con una representación digitalizada de este hecho (o presunto hecho; véase la nota 3). Las creencias se generan no por la información codificada, sino por la forma en que un sistema codifica la información.
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