Segunda obra que leo de Álvaro Ortiz, y cada vez me gusta más. Un joven aspirante a escritor viaja a un remoto pueblo para hacer una venta muy peculiar: los dos gatos de su tío que devoraron parcialmente su cadáver. La Murderabilia hace referencia al coleccionismo de objetos relacionados con sucesos y asesinatos truculentos. Por casualidad acabará trabajando en un motel y estableciendo amistad con el coleccionista al que le vendió los gatos.
Siguiendo su estilo de dibujo particular, el fuerte está en la historia, muy bien estructurada y con un final sorprendente e impactante. Destacable el retrato de las relaciones del protagonista con la gente del pueblo, su novia y el coleccionista, así como el ambiente de sabor norteamericano -ya presente en Cenizas.
Muy disfrutable. Otras reseñas: Murderabilia y Murderabilia (Álvaro Ortiz).
Calificación: Muy bueno.
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