Ediciones oblicuas, 2011. 322 páginas.
Un trío de amigas se enfrenta a diferentes crisis de los cuarenta cercanos a los cincuenta. Eva y María están preocupadas por el comportamiento extraño de Puri. Eva ha tenido un diagnóstico médico preocupante y María ha tenido una aventura de la que se arrepiente.
La novela combina la trama principal, que es un poco averiguar las razones por las que Puri, que siempre ha sido una mujer muy correcta e incluso pija, está haciendo cosas que no tienen mucho sentido, con divagaciones de la protagonista que interpelan al lector acerca de diferentes temas (la invisibilidad, los problemas de autoestima…). Al principio pensaba que no pegaban mucho, pero estas partes acaban siendo las más divertidas del libro.
Una novela que explora los problemas de ser mujer de un modo desenfadado y entretenido.
Bueno.
El caso es que sí, con mi cuarentena (y pico), y embarazada como un tonel…, bueno, como un tonelillo…, tal vez, para ser exacta, como un minitonelillo. Y, sí, sigo estando dentro de la década de los cuarenta, a pesar del brete en el que me encuentro metida. Eso me dijo el médico, lo juro:
—Sí, estás como de cuatro meses y medio.
Yo miré mi barriga y asentí con resignación: su abul-tamiento era innegable.
Mi menda siempre ha presumido de tipazo, vanaglo-riándome de mi perpetua talla 38. Sí, es cierto; cuando amigas y conocidas iban en carretón ascendente y vertiginoso por el mundo del tallaje, yo seguía luciendo la famosa talla 38.
Así que heme aquí enfundada y abigarrada en la talla 38, con las costuras dilatadas y amenazando con un reventón inminente, dada a la presión a la que estoy sometiendo continuamente a toda mi ropa. Pero yo no renuncio, y hasta el final seguiré luchando para preservar mi talla 38; cueste lo que cueste, pase lo que pase, mi talla y yo juntas para los restos.
El gilipichis, en un ataque de habitual estupidez, haciendo gala ostentosa de ella y diciendo lo que debería haberse pensado más de una vez, incluso más de mil, se atrevió a insinuar la conveniencia de que me buscara ropa más holgada.
—Una tallita más —me dijo.
Yo le miré con cara de:
—¿Te mato ahora o ahora mismo?
Que es el equivalente a:
—¿Tú eres tonto o eres tonto o más tonto todavía que antes?
No hay comentarios