Editorial Hiru, 2002. 170 páginas.
Trad. Carlos Fuentes.
Seguimos reseñando obras del gran Harold Pinter, bueno pese a ser premio nobel. El volumen incluye las siguientes cuatro obras:
Polvo eres
Similar a Los amantes, una mujer habla a su pareja sobre sus relaciones con otro hombre, pero tras el aparante juego parece que se esconda alguna terrible historia o trauma.
Alrededor de un moribundo se entrelazan las conversaciones de su familia, su mujer, sus hijos, fantasmas del pasado…
Tiempo de fiesta
Aunque en el exterior parece sucederse una situación peligrosa, un grupo de personas acomodadas disfruta de una apacible fiesta.
El lenguaje de la montaña
Dos mujeres -madre y esposa- quieren ver a un detenido, pese a la brutalidad de los guardianes.
Como en toda obra de Pinter el escritor sugiere con breves pinceladas una historia que tiene que rellenar el lector. En la primera obra parece que lo que vemos es algún tipo de juego sexual, pero cuatro frases dan la pista de que lo que ocurre es mucho más profundo. En la segunda, la más extensa, se mezcla habilmente el surrealismo de las conversaciones de los hijos con las evocaciones del pasado de los padres y el monólogo de la hermana. Tiempo de fiesta presenta a través de conversaciones intrascendentes dos tipos de violencia, y en la última los abusos del poder son tan arbitrarios que resultarían cómicos si no fueran trágicos.
La traducción muy correcta, aunque los modismos latinoamericanos puedan despistar al principio. Muy recomendable.
Escuchando: Big Sur. The Thrills.
Extracto:[-]
¿Te imaginas lo que sería un vacío sin Dios? Es como si Inglaterra jugara contra Brasil en el estadio de Wembley sin un solo espectador presente. ¿Te imaginas? Jugando ante un estadio totalmente vacío. El match del siglo. Silencio absoluto. Ni un alma mirando. Absoluto silencio. Aparte del silbato del referí y una buena dosis de joder y simular. Si te apartas de Dios, quiere decir que el grande y noble juego llamado fútbol caerá en desuso permanente. No habrá tiempo extra para marcar después del tiempo extra después del tiempo extra, ninguna manera de meter goles en el tiempo eterno sin fin. Ausencia. Empate. Parálisis. Un mundo sin equipo vencedor. Espero que entiendas lo que te estoy diciendo.
(Pausa)
Ahora déjame añadir lo siguiente. Hace un ratito hiciste una referencia… digamos… hiciste una referencia un tanto oblicua a tu amiguito… ¿tu amante?… y a los bebés y a las madres, etc. Y a los andenes. De ello inferí que me estabas hablando de alguna especie de atrocidad. Ahora déjame preguntarte una cosa. ¿Qué derecho crees poseer para discutir una atrocidad semejante?
Rebecca
Yo no tengo ningún derecho. A mí nunca me ha sucedido nada. A ninguno de mis amigos les ha sucedido nunca nada. Yo nunca he sufrido. Mis amigos tampoco.
Devlin
Bien.
(Pausa)
¿Quieres que hablemos más íntimamente? Hablemos de cosas más íntimas, hablemos de algo más personal, hablemos de algo dentro de tu propia experiencia inmediata. Quiero decir, por ejemplo, cuando el peinador toma tu cabeza entre sus manos y empieza a lavar muy suavemente tu pelo y darle masaje a tu cuero cabelludo, cuando el peinador hace esto, cuando tú cierras los ojos y él hace eso, tú confías absolutamente en él, ¿no es cierto? No es sólo tu cabeza lo que tiene entre sus manos, ¿verdad que no?, es tu vida, es tu bienestar… espiritual.
(Pausa)
Lo que quería saber era esto… cuando tu amante colocó su mano sobre tu cuello, ¿te recordó a tu peinador?
(Pausa)
Estoy hablando de tu amante. El hombre que trató de asesinarte.
Rebecca
¿Asesinarme?
Devlin
Darte la muerte.
Kebecca
No, no. No trató de asesinarme. No quería asesinarme.
Devlin
Te sofocó y te estranguló. ¿Cuál es la diferencia? Tú misma me lo has contado. ¿No es lo que él hizo?
5 comentarios
Por curiosidad, ¿quién es el traductor?
(Adoro a Pinter)
El traductor es Carlos Fuentes y la traducción es muy buena. A mí me chocaron ciertas expresiones, pero fuera de eso bien.
¿Carlos Fuentes, el escritor mexicano? Qué lujo.
Por otro lado, es muy difícil transmitir el fluir del diálogo casual, casi costumbrista, sin recurrir a modismos. Habría que traducir a Pinter para cada país, para cada provincia o distrito o comunidad de cada país.
Sí, es todo un lujo. Los modismos no me molestan, te acostumbras por leer a otros escritores mexicanos. Pero al ser una traducción, no se por qué, me chocan más.
Hola! Vivo en Puebla (México) y necesito encontrar el libro, saben dónde puedo conseguir una copia?