De repente, todo el mundo quiere tener un blog. Están de moda. Empresas, políticos y toda clase de gente que quiere tener publicidad se lanza a publicar en la red. Sin tener ni idea, claro, de que es lo que está haciendo o que quieren conseguir.
Los escritores no son una excepción. Algunos, como Matías Candeira, Neus Arqués, Magda Bandera o Antonio Jiménez Morato conocen muy bien el medio, cuidan de sus bitácoras, hacen caso a sus lectores, en definitiva: han entendido perfectamente lo que es la revolución digital y se plantan en la red en pie de igualdad con otros blogs de similar temática. Por eso seguir sus escritos siempre es un placer.
Otros, sin embargo, parece que han venido a este medio obligados y más que bitácoras lo que tienen son páginas web con noticias. Valgan como ejemplo el de Félix de Azua o el de Javier Marías. Aún hay casos peores, como el de Lucia Etxebarría, que tuvo que cerrar su blog ante la oleada de comentarios insultantes que recibió. Eso le pasa por meterse con los sacrosantos editores de la wikipedia, contra los que ni los poderosos blogueros históricos tienen influencia.
Pero hay algunos que sí se enteran. Lean el blog de Rafael Reig, que aunque nuestros amigos de Masacre en los jardines tienen toda la razón al criticarle por sus a veces poco inspiradas opiniones, mantiene una página que da gusto leer. Ya me contarán.
Actualización: Anna me comenta lo siguiente -con toda la razón:
Dices en tu post que Lucía Etxebarría tuvo que cerrar su bitácora por lo de la wikipedia. La leo desde hace tiempo por el bloglines y no es exactamente así. Tuvo un lío con la wikipedia, sí, pero no cerró la bitácora. Cerró los comentarios y le quitó su nombre, ahora se llama «una blog como otra cualquiera». Hubo un par de meses, o tres, no recuerdo, que posteaba Curro Cañete por autorización de ella. Después de ese tiempo decidió que se abrieran los comentarios y Curro abrió su propia bitácora nosolocurro.com aunque sigue colaborando cuando ella no está.
En resumen, no llegó a desaparecer la bitácora nunca, los comentarios sí se cerraron y actualmente sigue funcionando la bitácora como cualquier otra.
Creo que lleva la blog como cualquier otro bitacorero, no fue flor de un día ni la tiene abandonada ni la hace por obligación: sigue las reglas o el comportamiento de un bitacorero normal.
Aclaro que cuando digo que es un caso peor me refiero a que debido al desconocimiento de las relaciones de poder en la red Lucía se enfrentó con quien no debía y por eso sufrió el acoso de varios trolls. Conste que si me quejo de algo es de cierta actitud prepotente de algunos editores de la wikipedia, pero me quejo bajito no sea que me den caña.
Añade Anna :
Existen también blogs con amplia interacción de sus lectores, como es el caso del de Lucía Etxebarría, donde además de poder leer artículos ya publicados, hay un aspecto de blog personal donde se pide y se da la opinión como si en una tertulia se tratase.
Queda dicho.
2 comentarios
He leído el blog de Reig gracias a tus sugerencias. Es una maravilla. Qué derroche de humor. Gracias. I.
Me alegra que te haya gustado.