La novela Tránsito de Connie Willis gira alrededor de las experiencias cercanas a la muerte desde un punto de vista sanamente desmitificador. También incluye una imaginativa descripción de lo que podría ser el proceso de la muerte cerebral. ¿En qué punto podemos decir que ha muerto la mente?
Hasta ahora a los pacientes en estado vegetativo se les consideraba clínicamente muertos; poco más que un cuerpo inerte en el que no hay nadie dentro. En muchos países la familia tiene la potestad de desconectarlos de las máquinas de soporte vital y dejarlos morir, y se hace en la creencia de que la persona que conocimos ha muerto y es imposible que vuelva.
Pero un trabajo dirigido por Adrian M. Owen puede que cambie nuestra percepción. Utilizaron resonancia magnética en una paciente de 23 años que llevaba cinco meses en estado vegetativo. El cerebro de la paciente reaccionaba ante las palabras que pronunciaban los médicos. Para asegurarse que no se trataba de algo reflejo le pidieron que se imaginase jugando al tenis, o andando por su casa y se activaron zonas que prueban que estaba obedeciendo a las instrucciones.
Estos resultados no se pueden generalizar a todos los pacientes en estado vegetativo, pero abre todo un campo de estudio ¿Podrán los pacientes responder a preguntas de los médicos con el pensamiento? ¿En qué extraño mundo se encontrarán sus mentes? ¿Aprenderemos más sobre la vida y la muerte?
Pliego de descargo: Como he dejado de leer libros y me he tirado a las revistas científicas aparecerán de vez en cuando noticias que me resulten interesantes, aunque no estén relacionadas con el mundo de la literatura.
3 comentarios
Me impresiona demasiado todo aquello «malo» que puede pasar con un cerebro luminoso. Es decir, qué y cómo deben hacer las «Paolas». (Me compré el libro).
¿Qué libro?
Solo para comentar que está muy bien Los sueños de Lincoln