Institut del Teatre. Biblioteca Teatral, 1990. 63 páginas.
1 personaje y cuatro voces.
Pueden encontrar información sobre el autor en este enlace. Esta obra ganó el premio Salvador Reynaldos, aunque parece ser que no ha sido nunca representada.
No debe ser fácil. El escenario es austero. Una especie de habitación con poco más que una mesa, un teléfono y una radio. A izquierda y derecha, dos puertas. En escena, el carcelero, único personaje que veremos en toda la obra, y que no pronunciará ninguna palabra. Escucharemos, sin embargo, las voces de los presos situados detrás de la puerta. Entre el personaje que se ve pero no habla, y los que hablan pero no se ven, se va construyendo la obra.
El planteamiento es original, y tiene momentos de gran intensidad y belleza. Hacia la mitad de la representación los personajes sufren un cambio de actores. Pero en mi opinión el final pierde fuerza y deja un poco descolgada la obra. No carece de interés y sería todo un ejercicio teatral representarla. ¿Alguien se anima?
(Un día, un libro 3/365)
3 comentarios
Yo me animaría. Me gusta del teatro la innovación, que hace que no parezca una cosa tan artificiosa… así que me animaría, pero no tengo ni escenario ni cuatro tesituras…jejeje ¿quién me ayuda?
La verdad es que la idea suena interesante. Quizás cambiándole el final…
Venga, Cristina, convence a tu grupo de ingresar en la vanguardia…
Y que placer verte de nuevo por aquí, en plan comentarista exhaustiva 🙂
Venga, Cristina, convence a tu grupo de ingresar en la vanguardia…
Y que placer verte de nuevo por aquí, en plan comentarista exhaustiva 🙂